El tratamiento fiscal aplicado a Pemex ha mantenido a flote las finanzas públicas, pero ha dejado a la paraestatal con margen estrecho para avanzar en la refinación de hidrocarburos, por lo que es necesario permitir la inversión privada para la reactivación de la industria básica nacional, sostuvo la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

El organismo indicó que debido al rezago de la industria petróquímica nacional, México exporta petróleo crudo (que sirve de materia prima para la elaboración de una amplia gama de productos) e importa buena parte de sus derivados, como pinturas, aceites, plásticos y gasolina, entre muchos otros.

Lo anterior, dijo el organismo en su publicación mensual Pulso Industrial, constituye una oportunidad para el país, pero un desafío para los posibles inversionistas porque a pesar de ofrecer una elevada rentabilidad a los capitales, deben pasar años para la maduración de proyectos que, además, requieren importantes montos de inversión.

Sin embargo, dijo, su reactivación, al igual que el aprovechamiento de los recursos humanos y materiales disponibles, constituye una oportunidad que permitirá sentar las bases para reducir la dependencia de las importaciones, ahorrar divisas, acotar el déficit comercial petroquímico y articular cadenas productivas cruciales para la economía.

Recordemos que se trata de una industria cuyo carácter estratégico proviene de la transformación de hidrocarburos en materias primas que son la base de diversos eslabonamientos productivos de elevado valor agregado y ubicados a la vanguardia tecnológica, indicó el organismo.

Consideró paradójico que mientras los mexicanos tenemos una importante riqueza en hidrocarburos somos cada vez más dependientes de la importación de petroquímicos.

La Concamin definió el petróleo como uno de los recursos naturales no renovables más cotizados y con mayor demanda en el mercado mundial. Señaló que México cuenta con una larga tradición industrial, capacidad y experiencia para refinar petróleo, así como recursos humanos, materiales y tecnológicos para avanzar hacia la soberanía petroquímica.

No obstante, criticó que las divisas destinadas a la compra en el exterior insumos que no se producen en territorio nacional superan en escala cada vez mayor las exportaciones de productos petroquímicos.

Según el organismo, en 1995 México exportó petroquímicos por 566 millones de dólares, 17 años más tarde, en 2012, apenas superaron los mil millones de dólares, en tanto las importaciones pasaron de mil 343 millones de dólares a 8 mil 576 millones hasta noviembre de 2012 y un año antes, en 2011 superaron los 10 mil millones de dólares. En consecuencia, el déficit comercial pasó de 777 millones a más de 7 mil 500 millones de dólares hasta el undécimo mes de 2012.

Por ello destacó la importancia de reconfigurar pronto nuestra capacidad para la refinación de hidrocarburos.

Consideró que para lograrlo es imprescindible acelerar ne-gociación, y las reformas hacendaria y energética porque de ellas depende la diversificación de los ingresos tributarios, la despetrolización de las finanzas públicas, la estabilidad macroeconómica, y el monto de recursos disponibles para canalizar al sector petroquímico.

México puede y debe consolidar su papel como proveedor de petróleo al resto del mundo, avanzar hacia la refinación competitiva y rentable de hidrocarburos, y hacia una menor dependencia del aprovisionamiento externo, puntualizó.