La caminata mexicana podrá recuperar el lugar que tuvo en el mundo en el pasado reciente, aunque por ahora llevará un poco más de tiempo del esperado, comentó José Alvarado, director de la Escuela Nacional de Caminata, quien dijo que por la falta de recursos financieros la institución se ha quedado corta en algunos de los objetivos trazados.

De ninguna forma piensa que sean sus pupilos quienes recuperen el espacio perdido por la marcha mexicana en el mundo, pero al trabajar también con varios de los entrenadores se ha dado cuenta de que algo debe cambiar en la forma de enseñar la disciplina, porque hace dos ciclos olímpicos que no se obtienen medallas olímpicas.

El experimentado entrenador lamenta poder atender sólo a 18 alumnos (seis de manera irregular) infantiles y juveniles en la escuela deportiva, escogidos con pinzas de las delegaciones Iztacalco e Iztapalapa, aledañas a las instalaciones del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), ya que no tiene recursos para ampliar el número de aspirantes hasta que no logren algún buen resultado.

No obstante, tiene esperanzas de que por lo menos tres de sus pupilos –quienes tienen dos sesiones de entrenamiento y hasta alimentos en el CNAR–, José María Marín López, Sayuri López Lozano y Rebeca Enríquez Pignon, puedan destacar en los selectivos del próximo año para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Antes, bien podrían alcanzar alguno de los primeros lugares en la Olimpiada Nacional para lograr todos los privilegios de que disfrutan los internos del CNAR, porque eso sería de gran ayuda para que pudieran concentrarse en un solo sitio donde estudiaran, comieran, vivieran y entrenaran.

Alvarado espera que con los resultados que se obtengan también alcance para que se les brinde alguna beca.

El siguiente periodo vacacional de verano se llevará a cabo un campamento en el CNAR para entrenadores y marchistas.