Miércoles 6 de febrero de 2013, p. 2
Investigadores de la unidad Irapuato del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional, hallan un hongo con un mecanismo de defensa –al igual que las plantas y animales– que le permite responder a daños causados por factores externos y regenerarse para subsistir, lo que ayudaría a entender la regeneración celular en la fauna y en un futuro podría tener aplicaciones en la agricultura.
Científicos del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio-Cinvestav) hallaron que el Trichoderma atroviride tiene la capacidad de formar un tapón que evita la pérdida del contenido celular y su muerte.
En un artículo publicado recientemente en Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos, Miguel Ángel Hernández Oñate, estudiante de doctorado del Cinvestav, explica que ese mecanismo permite a ese organismo regenerarse en sólo una hora después de haber sido cortado, al formar nuevas hifas (unidades estructurales de la mayoría de los hongos).
Diferenciación celular
Las hifas entran en un proceso de diferenciación celular que provoca que células no reproductivas (vegetativas) lleguen a ser reproductivas, es decir, esporas, mediante las cuales puede sobrevivir al daño y reproducirse.
Destacó que el hallazago podría traer beneficios de manera indirecta en la agricultura, ya que las esporas del hongo son utilizadas en el campo para controlar enfermedades de plantas ocasionadas por él.
Se podría diseñar un método para incrementar la producción a escala industrial y, a su vez, mejorar su resistencia a las condiciones ambientales, sostuvo.
Nancy P. Keller, del Departamento de Microbiología Médica e Inmunología de la Universidad de Wisconsin, recomendó este trabajo a la Faculty of 1000, que evalúa los artículos más importantes en biología e investigación médica a escala mundial.