Asisten miles al funeral del líder opositor Chokri Belaid, asesinado el miércoles pasado
Manifestantes acusan al partido islamita en el poder de promover acciones de desestabilización
Sábado 9 de febrero de 2013, p. 22
Túnez, 8 de febrero. Decenas de miles de tunecinos asistieron este viernes al funeral del líder opositor Chokri Belaid, cuyo asesinato, el miércoles pasado, sumió al país norafricano en una crisis política. Policías y dolientes se enfrentaron en las afueras del cementerio, al convertirse el funeral en una multitudinaria manifestación contra el poder islamita.
Al menos 50 mil personas se congregaron para rendir honores a Belaid en su distrito natal de Jebel al-Jaloud en la capital, rumbo al cementerio de El Jallaz. El cuerpo del político fue enterrado hacia las 4 de la tarde, al grito de Allah akbar (Dios es grande), antes de cantar el himno nacional y recitar el primer versículo del Corán. El pueblo quiere la caída del régimen
, era otra consigna.
Este es el funeral más grande en Túnez desde la muerte en 2000 de Habib Bourguiba, líder de la independencia y primer presidente del país. Sin embargo, el brote de violencia surgió cerca del cementerio, cuando la policía disparó gases lacrimógenos contra manifestantes, quienes les arrojaron piedras y prendieron fuego a vehículos.
Los disturbios se desataron a pesar del imponente dispositivo policial y militar, aun cuando el féretro era transportado por una columna del ejército. Belaid, descansa en paz, nosotros seguiremos la lucha
, gritaban habitantes y seguidores del opositor Partido Patriótico Democrático. Medios de prensa constataron que ningún representante del gobierno acudió al sepelio.
El partido islamita en el poder en Túnez, Ennahda, ha sido acusado de estar atrás de este asesinato, sin precedente en la historia reciente, y en la crisis política que vive el país desde hace meses. Por eso, durante la procesión, muchas personas lanzaron consignas contra Rachid Ghannouchi, líder de Ennahda, a quien acusaron de asesino
. También se oía: Túnez es libre, fuera el terrorismo
.
Hamma Hammami, dirigente del Frente Popular, coalición de izquierda y extrema izquierda a la que pertenecía el difunto, pronunció luego un rezo fúnebre. Descansa en paz Chokri, continuaremos por esta vía
, dijo emocionado ante la muchedumbre reunida en silencio, mientras el país se encontraba ya paralizado por una huelga general convocada en repudio al crimen.
La huelga ha sido impulsada por partidos políticos y la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), que cuenta con unos 500 mil afiliados y es la primera que se lleva a cabo en 35 años. Es un movimiento pacífico contra la violencia
, expresó la central, que pidió calma y recogimiento a los tunecinos, cuya medida se produce en un contexto económico y social muy tenso.
Bancos, fábricas y comercios estaban cerrados en respuesta a la convocatoria a la huelga. También Tunis Air suspendió sus vuelos, aunque otras aerolíneas no se vieron afectadas. No obstante, autoridades aeroportuarias en El Cairo informaron que la aerolínea local de Egipto canceló dos vuelos a Túnez, luego de que personal de la central aérea tunecina se unió a la medida de fuerza.
La jornada estuvo marcada por algunos incidentes violentos en varias partes del país, al cabo de la cual se informó del arresto de 132 personas y de ataques contra los edificios públicos y los locales del partido islamita en ciudades de provincias, donde hubo movilizaciones en Zarzis (sur), Gafsa (centro) y Sidi Buzid, cuna de la revolución de 2011.
En otro punto de la capital, en la avenida Habib Bourguiba, en pleno centro, la policía persiguió con porras y gases lacrimógenos a decenas de jóvenes hostiles al poder que gritaban lárgate, lárgate
, divisa de la revolución que en enero de 2011 terminó con el régimen de Zine Al Abidne Ben Alí.
Belaid, de 48 años, era un firme opositor a los islamitas y dirigía el Partido Patriótico Democrático, que se integró en la alianza Frente Popular. Este coalición suma a unos 10 grupos de extrema izquierda y nacionalistas árabes. Por el momento se ignora quién fue el autor del asesinato.