Inseguridad y crisis en EU, entre los factores, explica funcionario de Puerto Vallarta
Nunca se otorgaron recursos para la ruta del Pacífico, pero sí a una nueva ruta aérea, lamenta
Lunes 11 de febrero de 2013, p. 30
Debido a la inseguridad, México perdió el sitio privilegiado de ser el país con el mayor número de arribos de cruceros a escala mundial. Pocos sabían que por muchos años fuimos número uno, como país, en recepción de cruceros, y lamentablemente podemos presumir que ahora somos cuarto o quinto lugar y vamos para abajo
, dijo Carlos Gerard Guzmán, director de Turismo del gobierno de Puerto Vallarta y ex dirigente empresarial del sector turístico y naviero.
Los factores que influyeron para que disminuyeran las llegadas de cruceros a los puertos mexicanos, principalmente en los localizados en el Pacífico, fueron la percepción de inseguridad, la pérdida de competitividad del país como producto turístico, la falta de incentivos para las empresas navieras y la crisis económica de Estados Unidos.
Todo se originó con la caída de la economía estadunidense, recordó el funcionario, entrevistado en la sede de gobierno de Puerto Vallarta. Después ocurrieron incidentes de inseguridad en que los viajeros en cruceros estuvieron involucrados: en Mazatlán un grupo de cruceristas fue testigo de una balacera y una ejecución, y en Puerto Vallarta otros viajeros fueron asaltados mientras realizaban un recorrido, agregó Gerard Guzmán.
Explicó que esos hechos se sumaron a las decisiones erróneas del gobierno federal de incrementar una serie de impuestos a las navieras, que implicaron la pérdida de interés de esas compañías por el producto mexicano.
Un legislador que no representaba a ningún destino turístico y menos a un puerto
propuso el cobro de un derecho migratorio, en virtud de que un crucero trae más pasajeros que un avión. El cobro no prosperó, pero no es conveniente que la Secretaría de Turismo federal busque atraer más turistas mientras la encargada de la recaudación quiera incrementar las imposiciones
, dijo el directivo.
Una de las rutas afectadas era la más popular: el crucero de siete días que salía de Los Angeles y San Diego y tocaba Cabo San Lucas, Mazatlán y Puerto Vallarta. Precisamente Mazatlán, Puerto Vallarta, Acapulco, Pichilingue y Manzanillo fueron los casos más dramáticos de descensos en los arribos de cruceros en la zona del Pacífico.
Mazatlán reportó en 2011 la llegada de 40 cruceros y el año pasado recibió sólo uno, una disminución de 97 por ciento, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. El puerto de Acapulco operó solamente nueve cruceros, mientras en 2011 llegaron 81. Puerto Vallarta tuvo una caída de 25.7 por ciento en el número de arribos; Pichilingue, en Baja California Sur, 93 por ciento; Manzanillo, 60 por ciento, y en el puerto de Zihuatanejo cayó 63 por ciento el número de arribos.
Gerard Guzmán consideró que los estados de Jalisco, Sinaloa y Baja California Sur deben trabajar de manera coordinada para diseñar un solo producto turístico que convierta los puertos mexicanos en destinos atractivos para las navieras, y que el gobierno federal proponga mayores incentivos a esas empresas, en vez de aplicar más impuestos.
La Federación no otorga apoyos a las navieras, al menos no si se compara con las políticas hacia una aerolínea que proyecta abrir una nueva ruta. Nunca, dijo Gerard Guzmán, se han destinado recursos para promover la ruta del Pacífico como tal, y sí se destinan recursos a fondo perdido
para una nueva ruta aérea, criticó el funcionario.
Una compañía aérea transporta apenas 10 por ciento del total de personas que arriban en crucero, que son unos 3 mil 600 pasajeros, sin contar la tripulación, que pueden ser mil 200.