Dramática caída del León y el Toluca
El América parece de verdad
ara los que no están dentro de los planteles resulta inexplicable la dramática caída del León y el Toluca. Los Panzas Verdes regresaron a primera luego de una década pérdida y sorprendieron a propios y extraños con un futbol de calidad, veloz y efectivo, mientras Enrique Meza rescató a unos Diablos Rojos que andaban en problemas de descenso y los llevó a pelear el título.
En este futbol nuestro –en el que todo puede pasar, si no es que ya ha pasado–, bastaron unas semanas de receso para que los seguidores no reconozcan a sus equipos.
El León sigue sin ganar luego de seis fechas, además de que no avanzó a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Precisamente ese torneo será una carga extra para los choriceros, que el miércoles visitarán al Boca Juniors en La Bombonera y el sábado al América en el Azteca.
Parecía que los problemas de Meza se solucionarían con la reaparición de Sinha. Aunque el talentoso Antonio Naelson ya vio pasar sus mejores días, lo que le queda de talento es necesario para rescatar del naufragio a los mexiquenses.
El que parece ser de verdad es el América. En torneos pasados se le criticaba que era el equipo sarampión, porque sólo le pegaba a los pequeños, pero habría que cambiar de idea luego de ver que abolló la corona al campeón Xolos, en su propia perrera y con nueve elementos por un arbitraje rigorista.
Las Águilas recetaron al Tijuana una dosis de su propia medicina de futbol sin resquicios defensivos. El cuadro del Turco Mohamed luce cuando se encierra en su área y es letal al contragolpe, pero el sábado demostró que sufre cuando le ceden el balón.
Al estar en inferioridad numérica, Miguel Herrera sorprendió al sacar a Christian Benítez y dejar a Raúl Jiménez, pero el desarrollo y el resultado del partido le dieron la razón. Demostró otra vez que es un buen estratega, sólo le falta controlar el carácter y los festejos.
Otro joven mexicano que sigue en gran nivel es Eduardo Herrera. Da gusto que un canterano auriazul se gane un lugar precisamente en un club que antes apoyaba a sus promesas, pues ahora llena su cuota de extranjeros y no le importa que Robin Ramírez esté lejos de ser el Chico Maravilla
que tanto presumió y que Juan Pablo Rodríguez quizás no debute hasta la fecha siete.
Como se esperaba, Cruz Azul y Pumas ofrecieron un buen duelo, pero en nuestro balompié ya surgió otro clásico: el de los hermanos López Chargoy.
Jesús, con el Puebla, y Carlos, con el San Luis, revivieron la historia de Caín y Abel. Los Reales necesitaban su primera victoria, pero Manuel Lapuente reverdece laureles con sus amados Camoteros y demuestra que los buenos técnicos no tienen fecha de caducidad.
La FIFA, tan preocupada que dice estar por el amaño de partidos, debería fijarse un poco en la multipropiedad en México. A los hermanos López Chargoy se les unió Amado Yáñez, el nuevo propietario del Querétaro, quien dicen que también es dueño de Pumas Morelos, Neza y Delfines de Ciudad del Carmen.
Los hermanos y el empresario de la industria petrolera llegan en terreno abonado, con todo lo que han realizado Televisa, Tv Azteca y Grupo Carso.
Pero ese tema pasa a segundo plano para los directivos ante el preocupante empate sin goles del Tri ante Jamaica. Sólo una catástrofe podría dejar fuera a México de Brasil 2014 –con esos generosos tres boletos y medio para Concacaf–, pero las televisoras podrían llamar a cuentas al Chepo de la Torre por esa actuación, para la que no hay calificativos adecuados.
Y mientras, las Chivas ya ganaron y el Querétaro no levantó con su nuevo timonel: Ignacio Ambriz.