Martes 12 de febrero de 2013, p. 8
Berlín, 11 de febrero. El documental Narco cultura, del israelí Shaul Schwarz, que aborda el mundo de los narcocorridos y de los asesinatos en Ciudad Juárez, causó gran expectación en la Berlinale.
Con sala abarrotada en todas las funciones de la película, el director intenta explicar a lo largo de 100 minutos cómo los narcotraficantes se han convertido en iconos de fama y éxito entre los jóvenes mexicanos y cómo un grupo de músicos glorifica sus hazañas con los famosos narcocorridos más allá de las fronteras de México.
Los jóvenes no quieren ser policías o empleados en una tienda por unos cuantos dólares, cuando si trabajan para los narcos pueden ganar mil veces más
, explica el director, quien reside en Nueva York.
El documental cuenta dos historias, dos vidas paralelas. Por un lado, se centra en el cantante de narcocorridos Édgar Quintero, residente en Los Ángeles, quien exalta en sus canciones los crímenes de los narcotraficantes con gran éxito de público en Estados Unidos y, por otro lado, acerca al espectador el día a día de un perito de la policía de Ciudad Juárez, Richi Soto.
“En 2008 empecé a cubrir lo que sucedía en México para diferentes diarios y empecé a ver la cultura que había en torno a los narcos”, comenta Schwarz sobre cómo surgió el proyecto.
Calles de Ciudad Juárez
El rodaje de la película se extendió a lo largo de más de dos años, tiempo en que tanto el director como su técnico de sonido pasearon por las calles de la ciudad. Sí, me costó convencerlo al principio. Él no había estado en medio de un conflicto de este calibre y hubo momentos de peligro en los que le hubiera gustado salir corriendo y no mirar atrás
, recuerda sobre su trabajo esos días.
Sin embargo, siempre tuvimos claro hasta dónde podíamos llegar al hacer el filme. Si no lo sabes, llega a ser peligroso para ti y para ellos. No íbamos con el Ejército, éramos sólo nosotros dos
, señala.