Subcomandante Moisés
n hombre abierto, visionario político, estratega militar y, sobre todo, organizador de pueblos, son algunas características del nuevo subcomandante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Conocido en los primeros días de enero de 1994 como mayor Moisés, en 2003 ocupó el cargo de teniente coronel. Hoy es presentado por el subcomandante Marcos, jefe militar, como el nuevo subcomandante de las fuerzas insurgentes.
El subcomandante Moisés llegó a la organización zapatista, como él mismo lo ha contado, en 1983. De origen tzeltal, al inicio le tocó ubicarse en la ciudad
durante su preparación y ahí, en una casa clandestina, conoció al subcomandante Pedro, quien sería su mando posterior, y de quien se convertiría en su brazo derecho. Moisés es uno de los que van abriendo los pueblos de la cañada tojolabal de Las Margaritas. Visita pueblo por pueblo, familia por familia, explicando los motivos de la lucha. De baja estatura y enorme corazón y visión política, ataviado siempre con su sombrero militar negro, dueño de un sentido del humor que hace honor a los tzeltales de la profundidad, Moisés es testigo de uno de los últimos encuentros entre los subcomandantes Marcos y Pedro, su segundo al mando militar. Moisés narró que los dos mandos discutían porque ambos querían salir a la guerra. Y los dos decían que el otro tenía que quedarse, por si uno caía, el otro le tenía que seguir. Salieron los dos, el primero a la toma de San Cristóbal de las Casas y el segundo a Las Margaritas, donde fue muerto en combate esa misma madrugada. En ese momento, con el descontrol de las tropas insurgentes, el ahora nuevo subcomandante asumió el mando y control del operativo en la región.
En los primeros años de la guerra, Moisés se presenta como interlocutor con buena parte de la sociedad civil nacional e internacional; ofrece entrevistas de prensa explicando los inicios de la lucha zapatista, el contenido y motivo de sus iniciativas políticas y pacíficas y, más adelante, el funcionamiento de las juntas de buen gobierno, de las que es promotor de su primer antecedente, la Asociación de Municipios Autónomos. En 2005, con la Sexta declaración de la selva Lacandona, es nombrado por la comandancia general encargado de asuntos internacionales, en una comisión conocida como La intergaláctica
. Durante ese periodo, mientras el delegado Cero recorre el país con la otra campaña, el entonces teniente coronel recibe las visitas internacionales. Conocido por su paciencia y disposición, en el 20 aniversario del EZLN, declaró: Nosotros tenemos el modo de que primero hacemos la práctica y después la teoría. Y así fue, después de la traición, cuando partidos políticos y gobierno rechazaron el reconocimiento de los pueblos indios, empezamos a ver cómo le vamos a hacer
.
Sin duda Moisés puede suscribir sus palabras: “Yo pienso que si hay que ser revolucionario hay que serlo hasta lo último, porque eso de que uno no llegue a sus consecuencias o deje abandonada a la gente, no se vale. Nosotros los luchadores necesitamos asumir eso….”. Y él lo asume.