Sociedad y Justicia
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Es de 8.7% y 3.5% respectivamente, consigna reporte de Conapred y CIDE

Desempleo entre jóvenes, más del doble que en mayores de 30 años

Ya no basta tener carrera profesional y estar altamente calificados para obtener trabajo

 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de febrero de 2013, p. 28

En México, los jóvenes son el sector de la población más discriminado en materia laboral, pues mientras la tasa de desempleo de los adultos de 30 años y más es de 3.5 por ciento, en los sectores juveniles alcanza 8.7 por ciento, se advierte en el Reporte sobre la discriminación en México 2012, capítulo trabajo, elaborado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

En el estudio, publicado recientemente por el Conapred, se advierte que por la urgente necesidad de integrarse al mercado para contribuir al ingreso familiar, los jóvenes han optado por el subempleo y el empleo informal como las vías de acceso al mercado de trabajo. Es, sin embargo, una estructura ocupacional que les arrincona en la precariedad laboral, circunstancia de la que después les será difícil escapar.

Además de las desventajas referidas, los jóvenes enfrentan inexperiencia laboral, la cual termina volviéndose argumento para el abuso y eventualmente para la explotación de este grupo poblacional.

En el estudio se advierte que desde las últimas décadas, en buena parte de la vida laboral de los jóvenes se combinan etapas de desempleo, subempleo, inactividad, contratos temporales o el autoempleo. Tales condiciones provocan un alejamiento de los núcleos que constituyen la base de su formación, percibiéndose un aumento de los problemas sociales asociados al desempleo.

También, en su mayoría, los jóvenes perciben bajos ingresos, motivo por el cual se ven en la imposibilidad de concluir su formación académica.

Rodolfo Tuirán, ex subsecretario de Educación Superior (actualmente de Educación Media Superior de la SEP), entrevistado para los propósitos del reporte, refirió que en México los jóvenes abandonan muy temprano la escuela; entre los 15 y los 18 años se manifiesta una reducción drástica de la asistencia a clases hasta concluir en el abandono.

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Jóvenes hacen fila para presentar solicitudes en la 25 Feria del Empleo de la Ciudad de México, en marzo de 2012Foto Yazmín Ortega Cortés

Y las estadísticas muestran que un porcentaje relativamente elevado, 44 de cada 100 jóvenes de entre 14 y 19 años, afirman estar obligados a trabajar y, en consecuencia, a dejar el estudio.

Aun cuando los jóvenes perciben que la principal razón por la cual no encuentran empleo obedece a su falta de preparación –según revelaron en la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010–, en el reporte se indica que, en realidad, han tomado como propia una responsabilidad que no es sólo suya, lejos está de serlo, sino que obedece a una economía que no es capaz de incorporarlos.

El estudio del Conapred y el CIDE revela que, para desventaja de los jóvenes, ya no basta tener una carrera profesional y estar altamente calificados para insertarse en el mercado laboral, pues “también encuentran dificultades para entablar una relación laboral.

En las décadas de los 80 y 90, los recursos humanos altamente calificados ingresaban en sectores como la banca, seguros, contabilidad, bienes raíces, servicios legales e ingeniería. Sin embargo, en la última década este mismo grupo ha visto igualmente disminuidas sus oportunidades.

De manera que, ya no es cierto que a mayor calificación, mejor empleo; de hecho, cada vez es más común encontrar posgraduados en el sector informal, y los jóvenes altamente calificados son actualmente los nuevos migrantes legales hacia Estados Unidos y Canadá. En otras palabras, México está regalando el bono demográfico propio a sus socios económicos.

El panorama es desalentador. Así lo resumen: Las y los jóvenes se incorporan al trabajo en un momento difícil, con una economía que ha tenido un muy lento crecimiento, que ha sido afectada por la crisis mundial (...) y el país no ha sido capaz de crear los suficientes empleos para un grupo que debería convertirse en el motor de la economía.