Pretoria, 20 de febrero. Antes de que Reeva Steenkam muriera a tiros, hubo gritos continuos en la casa del atleta sudafricano Oscar Pistorius. Ambos discutieron con violencia la noche de San Valentín; la pelea desembocó con el asesinato de la joven modelo del que se responsabiliza al velocista. Tal es la acusación que hicieron este miércoles la fiscalía y la policía, que descartaron la tesis del accidente. A este caso hoy se agregó un nuevo ingrediente: durante la pesquisa se encontraron sustancias dopantes que ensombrecen aún más la figura de Pistorius.

Sin embargo, el abogado de Pistorius, Barry Roux, dijo que se trata de una sustancia derivada de hierbas medicinales con el nombre Testo Compositum Coenzyme y no de esteroides prohibidos.

Según el fiscal Gerrie Nel, un testigo escuchó palabras que parecían una pelea ininterrumpida entre las dos y las tres de la mañana.

También tenemos el testimonio de una persona que dice que después de escuchar disparos se asomó al balcón y vio que había luz en la casa de Pistorius, dijo el policía Hilton Botha ante el tribunal de Pretoria, donde el deportista compareció por segundo día consecutivo. Luego oyó gritar a una mujer dos o tres veces y nuevos disparos, agregó. Los defensores del atleta recalcaron que estos testigos se hallaban a 300 metros de la casa.

Pese a no compartirla, Botha calificó de coherente la versión de Pistorius, quien afirma que se despertó poco antes de los hechos, por lo que disparó en la oscuridad en dirección del baño pensando que se trataba de un ladrón, convencido de que su novia estaba todavía en la cama.

Para el fiscal, la víctima estaba vestida en el momento de los disparos y Pistorius disparó deliberadamente hacia el baño a una distancia de 1.5 metros. Disparó directamente hacia el baño, en dirección del lavabo, explicó Gerrie Nel. Creo que él sabía que ella estaba en el baño, que disparó cuatro veces y que la mató, afirmó Botha.

Steenkamp tenía tres impactos de bala: en la cabeza, encima de la oreja derecha, en el codo derecho –la bala le fracturó el brazo– y en la cadera derecha, dijo Botha.

La policía confirmó, por otra parte, que la autopsia no había revelado señales de violencia en el cuerpo de Steenkamp.

El tribunal de Pretoria, cuyas audiencias podrían durar hasta el viernes, tiene que decidir si lo libera bajo fianza.

El deporte paralímpico espera con atención la decisión del juzgado de Pretoria, pues un escándalo de dopaje sería un duro golpe para el deporte paralímpico.