A la hora de festejar los goles, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) no limita a los jugadores, según Javier Cortés, mediocampista de los Pumas.

Siento que hay libertad, aseguró ayer, puntualizando que nada más deben hacerlo sin ofender a los demás, ni al rival o a la gente.

En la conferencia de prensa realizada luego del entrenamiento del equipo en el estadio Olímpico Universitario, Cortés reconoció también que a veces no sabes qué hacer al marcar, depende de la adrenalina que tengas.

Recordó: cuando metes un gol es lo más padre que te puede pasar en un partido, y si es el del triunfo te puedes volver loco y no sabes lo que puedas hacer en un festejo.

Lo que celebrará Javier Cortés mañana, por lo pronto, será su partido número 100 defendiendo la camiseta auriazul. Es lo mejor que me ha podido pasar en mi carrera, llegar al partido 100, lo quiero ganar a como dé lugar, indicó el jugador puma.

Aunque el San Luis se encuentra en el último lugar de la clasificación, con sólo dos puntos, no cree que será un rival a modo. Apuntó que todos los partidos son diferentes, puede salir en su día, y debemos estar atentos a todo; hay que estar concentrados, pensando que San Luis se hace fuerte en casa.

Después de ser campeón con los del Pedregal y llegar a 100 encuentros, la meta de Cortés es ser un referente en Pumas, quiero echarme el equipo al hombro.

–¿Qué te hace falta para ser ese referente? –le cuestionaron.

–Estar al cien por ciento dentro de la cancha, hay que ver para el equipo, tener calma, tener el cien por ciento de la confianza, la fe en que puedo hacer las cosas bien, el poder dar un consejo a un compañero, sea mayor o más chico que yo; el poder ser como un líder, hablar más y tener comunicación con todos.

Confió que un buen ejemplo a seguir sería Hugo Sánchez. Desde chico a mí me gustó Hugo, quiero ser como él, siempre lo he dicho, aunque me gustaría hacer mi propia historia; del que hablen, el que tiene al equipo al hombro.

En relación con el equipo, comentó que va en ascenso, no hemos bajado los brazos. Tenemos en mente la calificación y sabemos que todavía se puede.