Acuerdan delegados que el partido no discrimine a nadie
Sábado 23 de febrero de 2013, p. 11
Durante varias horas, cientos de delegados del PRI discutieron cómo hacer más moderno, abierto y democrático
el partido, ahora que regresaron al poder. Pero, sobre todo, delinear el andamiaje para hacer de México un Estado eficaz
, y pulir sus estructuras para permanecer en la Presidencia de la República.
El tema de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de lo que se debe hacer con la paraestatal fue uno de los puntos de interés. En la mesa Declaración de principios comentaron que Pemex debe estar abierto a nuevas formas de inversión nacional y extranjera.
–¿Esa posición no es una traición a su origen? –se preguntó a algunos de los delegados de las cuatro mesas temáticas nacionales
, igual número de sedes –dispuestas en diferentes puntos de la capital del país– convertidas en espacios herméticos, con estrictas medidas de seguridad.
Apoyados en comisionados de organización y logística, así como en una empresa de seguridad privada, no se permitió la entrada a nadie sin gafete de acreditación, el cual estaba blindado con código de barras y otros aditamentos de verificación electrónica. Adicionalmente se prohibió, por escrito, que ingresaran con aparatos de comunicación.
Algunos secretarios particulares, choferes y asesores de legisladores y funcionarios públicos –ayer operando también como delegados priístas– se quedaron fuera de los salones, aun cuando argumentaban que habían trabajado precisamente para apoyar a sus jefes en este cónclave.
Incluso, algunos de los mismos delegados que optaron por ir directo a las sedes –y no primero al partido a recoger su acreditación– debieron esperar afuera de los salones hasta que les llevaron sus gafetes.
En la mesa Declaración de principios, desde las 13:30 horas los delegados analizaron diversas opciones para dar forma y voz al partido. En la lluvia de ideas inicial, según participantes consultados, hubo propuestas de confirmar al tricolor como partido de centro-izquierda
, socialdemócrata
, aunque al final se dejó que otras instancias, como la propia asamblea nacional –a realizarse 1, 2 y 3 de marzo próximo– ponga la nomenclatura de este instituto político.
Se acordó que el partido sea más cercano a la gente y abierto, es decir, incluyente y sin discriminar a nadie y, por supuesto, en el tema Pemex acondicionar los documentos básicos para que las nuevas formas de inversión nacional y extranjera
no sean motivo de confrontación con la ideología priísta.
Héctor García, diputado federal por Nuevo León y delegado en esta mesa nacional temática, dijo que la doctrina del PRI indica actualmente que Pemex es de todos los mexicanos, pero ahora señalamos que se permita más inversión
para el desarrollo. La paraestatal más importante del país no se vende ni se privatiza, pero sí debe abrirse.
La senadora Ana Lilia Herrera, también delegada en esta mesa, resaltó que el PRI debe ser un partido moderno. Advirtió que para el partido hay una coyuntura histórica que deben aprovechar luego de 12 años de no estar en el gobierno, lapso en el que hubo duras lecciones para sus integrantes.
Por ello, comentó que del análisis de los documentos básicos y de la forma que darán al PRI será nuestra última oportunidad
para adecuarlo al México actual.
Dijo que más allá de las definiciones, acerca de si este partido es de centro-izquierda, es necesario replantear aspectos básicos para elevar el nivel de recaudación fiscal, modificar el modelo económico, democratizarlo
a fin de disminuir el número de pobres y hacer más eficiente a Pemex.
Al preguntarle si estos cambios no representarán una traición de principios, la senadora respondió: México no es el mismo de cuando se fundó el PRI. Este partido tiene que adecuarse a la sociedad; es la sociedad la que nos va a evaluar
.