Martes 26 de febrero de 2013, p. 28
Washington. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se está preparando para una tarea delicada: informar a los inversionistas que se han acostumbrado a las políticas ultra expansivas del banco central estadunidense, que la tendencia tendrá que cambiar. Bernanke parece comprometido con el programa de compras de bonos de la Fed. Sin embargo, ahora encara el desafío de advertir que en unos meses podría cambiar esa política si avanza la recuperación del país, mientras asegura a los inversionistas que las tasas seguirán en bajos niveles. El plan declarado de la Fed es terminar con el programa de compras de bonos cuando vea una mejora sustancial
en las perspectivas del mercado laboral, aunque sostiene que mantendría las tasas de interés en niveles cercanos a cero hasta que el desempleo baje a al menos 6.5 por ciento, siempre y cuando la inflación siga contenida. Pero su papel durante el próximo año será clave porque comenzaría a navegar en el largo y delicado proceso de ajustar la política, asumiendo que la recuperación se afirme como desean las autoridades de la Fed. Los inversionistas están analizando cada vez con mayor minuciosidad las minutas de las reuniones de política monetaria de la Fed, en busca de señales sobre por cuánto tiempo más durarán las compras mensuales de activos por 85 mil millones de dólares.