Abismal diferencia con salarios de los soldados en activo: Samuel Lara Villa
como ordena la ley
Un general de división percibe más de $225 mil al mes, dice el líder de la federación Francisco J. Mújica
Miércoles 27 de febrero de 2013, p. 18
La diferencia entre los sueldos y prestaciones de los militares en activo con los que están jubilados son abismales
y no corresponden a los años de servicio prestados en las fuerzas armadas, sostuvo el general en retiro Samuel Lara Villa, presidente de la Federación de Militares Retirados General Francisco J. Mújica.
Un reflejo de este contraste, dijo, es el hecho de que, de 2006 a 2012, el Fideicomiso de Apoyo a Deudos de Militares Fallecidos en Actos de Servicio de Alto Riesgo entregó apoyos a familiares de 126 soldados muertos y 750 que fueron dados de baja por incapacidad de primera categoría. Recibieron un pago único de sólo 180 mil pesos, además de los haberes correspondientes al grado, antigüedad y fondos de ahorro y de vivienda.
En contraste, un general de división gana en promedio 225 mil 698 pesos mensuales, es decir, que los deudos de un soldado muerto en cumplimiento de su deber reciben apenas 75 por ciento del sueldo de un divisionario en activo.
El fideicomiso, creado en 1992 para ayudar a los militares caídos por actos de servicio, da un apoyo apenas superior a los 176 mil 895 pesos que recibe un cabo del Ejército Mexicano en un año.
En entrevista con este diario, Lara Villa señaló que si bien en los pasados seis años se incrementaron sustancialmente los ingresos de la tropa, haberes y prestaciones –como becas educativas para los hijos de soldados, desde prescolar hasta nivel universitario en cualquier institución pública o privada–, lamentablemente ese beneficio no se ha traducido en mejora de los ingresos de los militares muertos o de los dados de baja por incapacidad de primer grado, como consecuencia del combate al crimen organizado, ni de los que pasaron a retiro.
Agregó que las pensiones de los elementos castrenses se rezagaron a partir de la llegada del PAN al poder, en 2000.
“Anteriormente –dijo– la diferencia entre las pensiones y los sueldos de los militares en activo no era tan grande.”
Señaló que la situación de las viudas es todavía más delicada, ya que al morir su esposo la pensión disminuye en 40 por ciento.
Lara Villa comentó que las últimas reformas a la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas han afectado negativamente la situación de los elementos retirados, ya que la legislación no contempla mecanismos para reducir la creciente brecha entre sus pensiones y los haberes y estímulos que reciben los militares en activo.
El militar hizo un llamado al comandante supremo de las fuerzas armadas (el presidente Enrique Peña Nieto) y al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, a atender la problemática de los miles de soldados que pasaron a retiro, para que se cumpla en los hechos la legislación castrense, que garantiza que los militares retirados vivan en condiciones dignas y decorosas.