La esencia de 2012 (hip hop y afines)
ntre reseñas de Nick Cave y Noches Sabineras, este espacio interrumpió el recuento con lo mejor de 2012. Pero es retomado, aun en marzo, para no dejarlo incompleto, con una aproximación a los más atractivos sonidos del hip hop y géneros afines del año pasado, mismos que no han cambiado mucho y siguen más que vigentes. Ya con el dubstep de salida y con más búsqueda electro-experimental, así como soul-jazz, aún mucho del género sigue teniendo alma.
1. Sun Araw/ M.Geddes Gengras / The Congos. FRKWYS vol 9: Icon five thank / Icon eye. En el noveno disco de esta serie, las armonías reggae de los jamaicanos setenteros de The Congos son torcidas y estiradas por los avant garde de Sun Araw y M. Geddes Gengras, haciéndola de Lee Perry del futuro, a modo de pachequísimas camas de dub para el canto y el reggae-rapeo. Costa Oeste vs Jamaica. Belleza alucinante.
2. Death Grips. The money store. Este trío californiano (batería-secuencias, teclados, voz) es una bocanada ruidosa que vigorosamente mezcla hip hop con rock, glitch, electrónica industrial y ritmos africanos. Rapeos furiosos y ocasionales fraseos a lo Run-DMC. Esquizo-creativo, synth-deslavado y duro contra el sistema.
3. Traxman. The mind of Traxman. Uno de los productores más respetados del subterráneo de Chicago, Cornelius Ferguson, intuitivo para el footwork (collages de sampleos), hace una expansiva pegatina instrumental que une funk, jazz, soul orquestal de los años 70, con ritmos de rap primigenio. Dubby, intrincado, caleidoscópico.
4. DJ Rashad. Teklife Vol 1: Welcome to the Chi. También de Chicago, jefe de la misma escena footwork. Menos frenético que Traxman, no lleva al baile, sino al desconcierto gozoso. Ritmos austeros, cajas de ritmos y sintes básicos. Rashad fragmenta y reordena el caos con suave intuición funky y ascendencia hip-hop.
5. Die Antwoord. Ten$ion. Segundo plato de este deschavetado dúo sudafricano de artistas conceptuales (Watkin Tudor Jones y Yo-Landi ViSSer) que con su rave-rap irónico, inyectó nuevo aire al género, con videos desconcertantes a lo David Cronenberg y una mezcla kitsch de vulgaridad deliberada, bombos explosivos y teclados baratos. Muy divertidos.
6. Karriem Riggins. Alone together. Productor y baterista (ha grabado para Paul McCartney, entre otros) de Detroit, firma por primera vez con su nombre tras estar tras consolas desde los años 90. Cercano al fallecido J-Dilla, ofrece un amplio deleite funky-electro, más instrumental que rapper, de gran elegancia y groove.
7. Robert Glasper Experiment. Black Radio. Con una base jazz de fina factura, este texano hace una mixtura a ritmo de hip hop, con incursiones vocales de soul, R&B y rap, de vasta gama: Erykah Badu, Lalah Hathaway, Mshell Ndegeocello, Lupe Fiasco, Mos Def, entre otros. Delicioso, delicado, exquisito.
8. Spoek Mathambo. Father creeper. También de Sudáfrica, este joven productor descubierto por Diplo, hace un rap-electro que igual mezcla dubstep con acentos vocales y sonoros del rock (guitarras, teclados), así como cantos africanos, entre originales fraseos y misterio funk-cósmico. Atrayente, contemporáneo.
9. El-P. Cancer 4 Cure. Aguerrido rapero de Brooklyn, gustoso de la estética de baja fi-delidad de vieja escuela, combinada con belicosos sonidos metálicos provenientes del rock, frenético e inventivo, ofrece un versátil álbum de producción intrincada, espacial, agresiva, llena de teclados baratos de los años 80 y mucha grasa.
10. Heems. Nehru Jackets. Integrante del alucinante trío de rap distorsionado Das Racist (de Queens), Himanshu Suri emplea un pujante flow de frases largas y mucho delay sobre paisajes sonoros, sampleos y cantos de la India, así como dinámicos grooves gangsta. Peliagudo estilo Costa Este con mixturas del Oriente.
Otros álbumes destacados: THEESatisfaction y su Awe Naturale: en deslavados y soñadores ritmos entre coloridos y siniestros, mucho soul y asombro sonoro; desde Seattle, cercanas a los de Shabazz Palaces, este dúo de chicas ofrece una atractiva mezcla de R&B y beats futuristas. El californiano Kendrick Lamar y su Good kid, M.A.A.D. city, con provocadoras letras callejeras, suave flow, producción de Dr. Dre e intervenciones de Drake, Jay Rock, entre otros. Comparado con Ghostface Killah del Wu-Tang Clan, Action Bronson y su Blue Chips mantiene con fuerza, sobre sonidos jazzy, la tradición Costa Este. Killer Mike y su R.A.P. Music, cercano a Outkast, refrenda con rugosidad su vena hardcore-rap sureña (Georgia), apoyado en una lírica directa, de la calle. El compilado del sello G.O.O.D. Music, Cruel Summer, reúne al sonido más comercial del género sin faltar al decoro: Kanye West, Jay Z, Pusha T, Kid Cudi, Common, entre otros. El sobrevaluado pero correcto Frank Ocean y su Channel Ocean, de Nueva Orleáns: de origen pop-R&B, incursiona en un hip-hop-soul acaramelado.
Twitter: patipenaloza