La música es una acompañante fiel para toda la vida, que nunca defrauda porque convive con las personas en el momento triste y el alegre. Ayuda mucho a dar ánimo, expresa la violinista japonesa Yuriko Kuronuma (1940), quien desde 1971 radica en México.

Con motivo de sus cinco décadas de entablar lazos de amistad entre su país natal y el de adopción, la intérprete será objeto del concierto-homenaje Aniversario de oro. La cita es el sábado 23, a las 18 horas, en la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez, esquina Eje Central, Centro Histórico).

En el programa, seleccionado por Kuronuma, participarán músicos amigos y ex alumnos, de los cuales casi todos se han presentado en Japón, gracias a los esfuerzos de la también docente para tender puentes entre ese país y México.

La homenajeada abrirá el concierto, junto con quienes alguna vez formaron un trío, el pianista Józef Olechowsi y la violonchelista Bozena Slawinska, y cerrará la presentación al tocar a dúo con su ex alumno el violinista Adrián Justus.

Entre otras piezas, se interpretarán varios fragmentos de la ópera japonesa Yuzuru (Crepúsculo de una grulla), de Ikuma Dan, que alguna vez presentaron en Japón cantada en el idioma original, en la cual participarán los cantantes Encarnación Vázquez, Ángel Ruz, Josué Cerón y Daniel Cervantes.

La entrevistada espera volver a presentarla, pero completa, este año en un festival en dos ciudades del país, noticia que mantendrá abierta la puerta de la amistad.

En el concierto del sábado 23, también participarán los ensambles de percusiones Tambuco y vocal Voz en Punto.

Cerró academia fundada en 1980

Yuriko Kuronuma prepara un festival de música mexicana en Japón para marzo de 2014. Hace tres años organizó uno que de alguna manera dio a conocer la vertiente nacional clásica allá. En ese entonces, la violinista describió un panorama de esa expresión a partir del siglo XVI.

Por otro lado, cerró las puertas el año pasado de la academia que llevaba su nombre, fundada en 1980. Las épocas cambian, también los padres de familia que tienen otras prioridades. Aparte de la dificultad de trasladarse por la ciudad y la inseguridad, la violinista señala: el gobierno empezó a dar clases de música gratuitamente. Desde 2001 hay un Sistema Nacional de Fomento Musical, basado en el sistema venezolano.

Kuronuma recuerda que a raíz de la devaluación del peso, en 1982, el violín chiquito ya no se importaba aquí por considerarse un objeto de lujo. Sin embargo, los niños tienen que cambiar de instrumento cuando crecen, al igual que de zapatos. En una ocasión que fui a Japón, en una entrevista para televisión y un periódico, expliqué esta situación y pedí una donación de violines chiquitos que ya no se usaran. Al cerrar la academia el pasado 10 de octubre, doné 102 instrumentos al Sistema Nacional de Fomento Musical.