Domingo 31 de marzo de 2013, p. a16
Nuestra madre actuaba bajo la luz de las estrellas. Nunca averigüé a quién se le había ocurrido. Puede que al Jefe Bigtree. Era una idea sensacional: apagar el cañón de seguimiento y dejar que la nítida luz de la luna, sin nada que la acompañara, atravesara el cielo; acallar el micrófono; dejar que los párpados de estaño de los focos del escenario cayeran cual pergaminos y brindar a los turistas sentados en las tribunas la oportunidad de disfrutar de la oscuridad de nuestra isla; invitar a todo el estadio a quedarse boquiabierto ante la estrella de Swamplandia!, la famosa domadora de caimanes Hilola Bigtree.
Así comienza la novela Tierra de caimanes de la joven escritora Karen Russell, finalista del Pulitzer 2012 y considerada una de las 10 mejores novelas de 2011, según The New York Times Book Review.
La historia está ambientada en un parque temático administrado por una familia de domadores de caimanes. La madre muere y, debido a una serie de circunstancias, la joven Aya, aún adolescente, tiene que hacerse cargo de los reptiles mientras intenta superar la ausencia materna.
La familia Bigtree comienza a desmoronarse no sólo por la muerte de Hilola Bigtree, quien era la estrella del parque gracias a sus espectáculos con los saurios, sino por la inauguración de un nuevo complejo temático, El Universo Oscuro.
Russell plasma la terrible situación que viven la pequeña Ava y su hermano. Kiwi, el hijo mayor, se fuga para lograr ingresos y mantener a flote el negocio familiar; la pequeña Ossie empieza a tener extrañas visiones; y Ava se queda a cargo de los 98 caimanes.
Título: Tierra de caimanes
Autora: Karen Russell
Editorial: Tusquets
Número de páginas: 409