Después de dos semanas en la cartelera comercial de la ciudad de México, el documental Las sufragistas, dirigido por Ana Cruz, inició este fin de semana su recorrido por la República.

En entrevista con La Jornada, la directora informa: Nos fue muy bien, el documental encontró al público, el cual reaccionó muy bien ante este tema, que se antoja difícil. Ahora iniciamos el recorrido por Cuernavaca, después Oaxaca, San Luis Potosí, Aguascalientes, Yucatán y Chiapas, todo el sureste mexicano, que tiene una tradición histórica feminista importante que se recoge en el documental; paulatinamente trataremos de llegar a cada uno de los estados del país.

Las sufragistas se vale de la historia de Eufrosina Cruz, primera mujer indígena en presidir el Congreso de Oaxaca después de una larga lucha por ejercer su derecho al voto, para hacer una revisión de cómo las mujeres mexicanas lograron elegir y ser electas a lo largo de un siglo de lucha; además contiene testimonios de mujeres que han llegado a puestos públicos mediante el sufragio.

Respecto a que la participación de las mujeres en la vida pública del país no ha cambiado mucho en los pasados 100 años, la documentalista señala: “Ésa es un poco la tesis del documental, que a pesar de los años, de que la Revolución ya cumplió un siglo, la revolución de las mujeres no termina de cuajar. Parece que las leyes plasmadas en la Constitución no son materia que apliquen diariamente y siguen existiendo inequidades tan fuertes como los usos y costumbres de las comunidades indígenas del país, no sólo en Quiegolani, Oaxaca, de donde es Eufrosina Cruz, personaje principal de Las sufragistas, sino que esta situación se puede encontrar en cientos de municipios de Tabasco, Chiapas, Guerrero y en todos los estados donde hay comunidades indígenas; estas leyes que impiden a las mujeres participar en política, en la toma de decisiones familiares, o de ser mujeres independientes y autónomas.

Incluso en algunos municipios con alta densidad femenina por la migración de los hombres a Estados Unidos, donde la comunidad queda en manos de las mujeres, aun así no pueden tomar decisiones ni participar en cuestiones administrativas ni políticas; es algo muy contradictorio que sigue sucediendo en México a pesar de que hace 100 años comenzó la lucha por los derechos de las mujeres, agrega Ana Cruz.

Una lucha ardua

La cineasta confesó que la figura de Eufrosina Cruz le sirvió para hablar de esta lucha de la mujer mexicana en la vida pública: “Fue algo que se dio en paralelo, cuando realicé el documental Las mujeres de la Revolución, termina con la firma de la constitución y Venustiano Carranza le dice a la pensadora Hermila Galindo: ‘Las mujeres no existen para la política’, cuando ella le preguntó: ‘¿qué pasó con el voto de las mujeres?’; en ese tiempo escuché una entrevista con Eufrosina Cruz en la que confesó que en su pueblo le dijeron: ‘Las mujeres no existen para la política, no pueden votar ni ser votadas ni siquiera pueden asistir a las asambleas’. Eso me provocó una reacción impresionante y decidí contar la historia de Eufrosina, pero no podía dejar de lado mi pasión por la historia de las mujeres en México, tema que he estudiado desde hace muchos años, así que los junté”.

Para unir estos dos temas, la historia de Eufrosina Cruz y la lucha del voto femenino en la historia del país, Ana Cruz informa: Tenía ganas de hacer un documental que me permitiera contar la historia del sufragio femenino, pero no de una manera cronológica ni convencional y la historia de Eufrosina se ciñó perfectamente. Sentí que la tesis central de que la historia de las mujeres en México se repite y se repite, como una espiral que parece no tiene memoria, en Eufrosina se reflejaba de una manera muy tangible, que los 100 años de lucha de la mujeres había sido estériles. Fue como si me encontrara a una revolucionaria en pleno siglo XXI, porque ella no únicamente revolucionó la comunidad de Quiegolani, sino todo el estado de Oaxaca; entró al Congreso y cambió las leyes estatales y ahora como diputada federal su lucha es cambiar los regímenes de usos y costumbres en las comunidades indígenas para que las mujeres tengan participación en la toma de decisiones.

La cineasta reconoció que Las sufragistas ha merecido comentarios favorables: Me siento superada en mis expectativas, despertó el debate entre el público, las salas han estado llenas de jóvenes durante estas dos semanas; además, discuten y debaten el tema. También me invitó un grupo de abogados para platicar sobre las leyes que hay que cambiar para la equidad de género.

Caminar juntos

Ana Cruz menciona que en las entrevistas que realizó para el documental, además de la Eufrosina, lo que quise transmitir es que la lucha de las mujeres no ha terminado, que la debemos continuar tanto hombres como mujeres; que las etapas del feminismo han tenido una evolución y que quizá ahora está en otro nivel, donde la lucha la debemos dar al lado de los hombres, porque cuando se radicalizó el feminismo en todo el mundo se abrió una brecha entre hombres y mujeres, pero ahora, en esta nueva etapa en la búsqueda de la equidad, lo más importante es que los hombres comprendan que la existencia de más mujeres en la política le hace bien a la sociedad de cualquier país... no es posible que la mitad de la población del mundo decida por la otra mitad.

Para horarios, funciones y salas de Las sufragistas en las diferentes ciudades del país consulte www.sufragistas.com