El presidente Enrique Peña Nieto es el principal activo que tiene el PRI y es un factor importante para obtener el triunfo en los 14 procesos electorales locales del próximo 7 de julio, aseguró el presidente de la comisión nacional de procesos internos del tricolor, Jorge Mario Lescieur Talavera. Él mismo (Peña) se ha asumido orgullosamente priísta, haciendo a un lado aquella viciosa neutralidad partidista de las sanas distancias.

Esta decisión del Presidente –de declararse abiertamente priísta y aun formar parte de los órganos directivos del partido–, pudo haber generado críticas en el pasado, pero hoy empieza a ser aceptada por la sociedad, consideró Lescieur.

Dijo que esta actitud de Peña ha movilizado a las fuerzas del partido que durante 12 años vivieron en la orfandad política y lejos del poder.

En entrevista con La Jornada, el responsable de sancionar los procedimientos internos de elección de dirigencias y de selección de candidatos a puestos de elección popular descartó que en los próximos comicios locales el PRI obtenga un triunfo apabullante. “Creo que ya no estamos en tiempos del llamado carro completo; creo que la pluralidad que vive México se manifestará en estas elecciones, dando el espacio –bien ganado– que corresponde a los demás partidos.”

Sin embargo, aseguró que, sin dejar atrás esta pluralidad, su partido obtendrá la mayoría de vo­tos, tanto para los diputados que integrarán los congresos locales como los abanderados a los ayuntamientos que se disputarán el 7 de julio, además de la gubernatura de Baja California, la primera que el PRI perdió a manos del PAN hace 24 años, y que no ha podido recuperar.

Lescieur Talavera, que entre otros cargos fue alcalde de San Cristóbal de las Casas durante el surgimiento del EZLN en 1994, lamentó que durante los años recientes la política se haya judicializado. Hemos visto con tristeza cómo las competencias electorales se resuelven en los tribunales, generando una desconfianza e incredulidad entre la ciudadanía. Dijo que desea que los comicios se decidan en las urnas y no llevarlos al extremo de la sentencia de los tribunales.

Pero reconoció que la tarea del proceso interno en los partidos –que durante mucho tiempo fue relegada e incluso inexistente–, hoy tiene creciente importancia debido a los requerimientos de las leyes electorales y a la competitividad dentro de los partidos.

Explicó que ahora los procedimientos partidistas deben ajustarse a la normativa, ya sea del proceso electoral o de la establecida para la vida interna del partido, pues cualquier militante, aspirante a candidato, o incluso ciudadano, que sienta vulnerados sus derechos políticos puede acudir a las respectivas autoridades.

Por ello señaló que el partido fue sumamente cuidadoso para cumplir con la normativa en su reciente Asamblea Nacional, en la que se aprobaron reformas a sus estatutos y documentos básicos, que ya fueron entregados al IFE para ser revisados y sancionados. Y en caso de ser aceptados, recibir llamada toma de nota por las autoridades electorales.

Aun así, la tarea no terminará con esta aprobación del IFE, sino que los nuevos documentos obligan a instancias priístas a modificar o actualizar varios de los reglamentos internos, como el de la elección de dirigentes y postulación de candidatos, el de justicia partidaria, al Código de Ética, al del sistema de medios de impugnación y el del mismo Consejo Político Nacional.

Hasta ahora, dijo, el partido no ha recibido ninguna inconformidad de sus militantes por la Asamblea Nacional ni por los métodos que las 14 dirigencias estatales han elegido para seleccionar a sus respectivos candidatos.