Martes 2 de abril de 2013, p. 2
París, 31 de marzo.
Investigadores japoneses consiguieron crear artificialmente microfibras que, con la incorporación de proteínas y células, pueden ser plegadas y entretejidas para reproducir ciertas funciones de tejidos vivos.
Shoji Takeuchi, del Instituto de Ciencias Industriales de Tokio, y su equipo, lograron de esa manera estabilizar la tasa de azúcar de un ratón diabético al que implantaron una de sus creaciones compuesta por células del páncreas que segregan insulina.
Esas microfibras celulares
podrían permitir a los médicos reconstruir en vivo
tejidos musculares, vasos sanguíneos o redes nerviosas, según los investigadores, cuyos trabajos se publicaron este domingo en la revista científica británica Nature Materials.
Los científicos saben desde hace tiempo fabricar microfibras a base de hidrogel artificial –polímero que contiene gran proporción de agua– y combinarlas para formar estructuras tridimensionales. Pero como estos geles no son componentes naturales de la envoltura de una célula, son incapaces de reproducir las conexiones celulares características de los tejidos vivos.
Etapas del proceso
En cuanto a las proteínas que constituyen la envoltura de las células, como el colágeno o la fibrina, necesitan mucho más tiempo para gelificarse, por tanto no pueden remplazar al hidrogel artificial con esta técnica.
Para formar sus fibras celulares
, los investigadores japoneses tuvieron que proceder en varias etapas.
Primero, utilizaron una especie de microjeringa para crear un tubo minúsculo de hidrogel artificial clásico, que rellenaron, como si fuera un embutido, con una mezcla de proteínas y de células del tipo requerido.
Bien protegidas por este tubo de hidrogel, las proteínas tienen todo el tiempo necesario para transformarse a su vez en gel sólido, mientras las células de la mezcla se multiplican cómodamente en un medio propicio. Finalmente, una enzima digiere el hidrogel artificial y libera la fibra celular de su molde.