Los inversionistas extranjeros se convirtieron en la principal fuente de financiamiento del gobierno federal, y en su mayor acreedor interno, al concentrar un billón 687 mil 350 millones de pesos en títulos gubernamentales entre Bonos y Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) principalmente, un monto histórico que al 25 de marzo representó 37.3 por ciento del total de la deuda interna en valores, revelan informes del Banco de México.

La magnitud de la deuda interna gubernamental con acreedores extranjeros es tal que su monto es 23 por ciento superior al saldo de un billón 374 mil 400 millones de pesos que tuvo la captación bancaria de los residentes en el país al término de febrero de 2013, con un descenso anual de 1.8 por ciento en términos reales, según el más reciente reporte del banco central sobre agregados monetarios.

La caída real en la captación por parte de los bancos no implicó debilitamiento del negocio de la intermediación financiera, que cobra interés hasta tres veces más elevado a quienes se endeudan con ellos, que lo que pagan a los ahorradores.

Al criticar que los bancos obtuvieron el año pasado más de 460 mil millones de pesos, sólo por intereses, pero a los ahorradores les pagaron sólo 157 mil millones de pesos por el mismo concepto, y apenas destinaron 19 por ciento de sus créditos a actividades productivas, la Red de Usuarios de Servicios Financieros (Usfin) y El Barzón advirtieron que la reforma financiera que pretende el gobierno federal no debe servir para incrementar las ganancias de este sector, sino para el desarrollo del país.

En tanto, el seguimiento que lleva a cabo el Banco de México sobre la deuda interna del gobierno federal representada en valores, indica que el monto de este endeudamiento aumentó en 220 mil 560 millones de pesos durante este año, hasta el 25 de marzo, para ascender a 4 billones 520 mil 909 millones de pesos.

Del incremento observado, indicó, 53 por ciento correspondió a los recursos aportados por inversionistas del exterior en la compra de sus valores en el mercado interno, por 116 mil 540 millones de pesos.

Mientras, los inversionistas residentes en el país adquieron 104 mil millones de pesos en valores gubernamentales, una cantidad que significó 47 por ciento restante del nuevo financiamiento obtenido por este medio.

El interés de los inversionistas extranjeros en invertir sus capitales en bonos gubernamentales mexicanos es para aprovechar el diferencial que otorga el gobierno mediante su tasa de interés, contra el premio que otorgan los bonos del Tesoro en Estados Unidos, el cual ha descendido ante los datos débiles de actividad económica en aquel país.

Por ejemplo, la tasa de los bonos del tesoro estadunidense a 2 años se ubica en 0.22 por ciento, comparado con el nivel de nuestra tasa al mismo plazo de 4.10 por ciento, generando un diferencial de tasas de 3.88 puntos porcentuales.

El monto de la tenencia de valores gubernamentales en manos de inversionistas foráneos prácticamente duplica al que poseen empresas y personas físicas residentes en el país.