Las barras o grupos de animación no podrán recibir boletos gratis de las directivas de los equipos de futbol; además habrá penas de cárcel y expulsión definitiva de los estadios para las personas rijosas que cometan desmanes –como se hizo en Inglaterra–, de acuerdo con las reformas que se proyectan realizar este año a la Ley General de Cultura Física y Deporte, precisó el diputado priísta Gerardo Liceaga.

Tras una reunión realizada ayer en la sede de la Federación Mexicana de Futbol, a la que asistieron representantes de los equipos del máximo circuito y de la liga de ascenso, Liceaga manifestó que de la reunión se lleva un borrador que recoge las inquietudes de los directivos para evitar la violencia en los inmuebles.

El documento será expuesto la próxima semana a la Comisión del Deporte de la Cámara de Diputados, se pulirá y buscará presentarse al pleno para su aprobación en el periodo de septiembre a diciembre; queremos que quede listo este año, subrayó Liceaga.

Entre las propuestas sobresale la idea de trabajar con un mando único para coordinar con eficacia la labor de la policía que resguarda la seguridad en torno a un partido de futbol. También destacó la postura de los clubes que se niegan a dar un impuesto adicional para financiar la seguridad fuera de los estadios, pues argumentan que ya pagan un impuesto de espectáculos.

Liceaga, en conferencia de prensa realizada en presencia del titular de la liga Mx, Decio de María, y de la diputada Gabriela Medrano, habló del ideal de establecer como zonas seguras los dos kilómetros a la redonda de los cosos, áreas que incluirían cámaras de circuito cerrado.

Ejemplificó con el caso de Inglaterra, donde hay 765 personas impedidas de por vida para acercarse siquiera a un estadio de futbol. Cero gratuidad de los boletos a las barras y que se certifiquen lesiones para que haya sanciones de prisión a los agresores, pues hay gente que ocasiona daños severos a otras y sale libre con una multa mínima.

Dijo que los clubes coincidieron en que falta coordinación en los operativos y que las policías municipales son insuficientes y no están capacitadas para controlar actos masivos, por lo que es necesario un mando único, el cual corresponde implementar al gobierno federal para que funcione en todo el país.

Los equipos rehúsan hacer un pago adicional para seguridad, debido a que ellos ya han pagado un impuesto de espectáculos, y además asumen el costo de tener uniformados dentro de los inmuebles. Yo fui alcalde y al momento que autorizas un evento estás cobrando el impuesto de espectáculos a quien lo va a realizar, y después yo estaba obligado a dar seguridad afuera, anotó.

Por último, Liceaga evitó arremeter contra las cerveceras, principales patrocinadoras del balompié, pues dijo que la venta de alcohol no está catalogada como un factor que genere violencia. En cambio propuso campañas educativas por televisión. Tampoco quiso tocar el tema del llamado pacto de caballeros, por ser algo entre particulares.