Ninguna autoridad regula a las empresas de sucedáneos
Es necesario que especialistas y organizaciones civiles trabajen de manera conjunta para impulsar la lactancia materna en México, señaló Patti RundallFoto Karla Itzel Ruiz/ Cuartoscuro.com
Jueves 11 de abril de 2013, p. 45
La promoción de la lactancia materna no funciona en México, porque carece de un marco regulatorio y de financiamiento. Tampoco hay autoridad que se encargue de vigilar que se cumpla. Por eso 85 por ciento de los bebés toma sustitutos de leche materna, afirmaron especialistas de instituciones de salud.
La buena voluntad se queda corta frente a las acciones de la industria de sucedáneos de la leche materna, las cuales son evidentes en hospitales y en la publicidad, señaló Teresita González de Cossío, investigadora del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) 2012, sólo 14.4 por ciento de los niños entre cero y cinco meses de edad se alimentan exclusivamente de leche materna.
La experta recordó que la injerencia de los fabricantes de sucedáneos ha estado siempre presente, al grado de que México sólo se adhirió de manera parcial al Código internacional para la comercialización de sucedáneos de leche materna, promovido por el Unicef y la Organización Mundial de la Salud en 1981.
Dicho documento establece que la lactancia materna debe extenderse hasta los dos años de edad de los niños, pero México aceptó esta alimentación exclusiva durante los primeros seis meses de vida del recién nacido.
Patti Rundall, copresidenta de la Red Internacional de Grupos pro Alimentación Infantil, dijo que la injerencia de las empresas en México es evidente, lo que se puso de manifiesto en la reunión de 2011 del Código Internacional, pues la delegación mexicana estuvo integrada únicamente por representantes de la industria. Eso explica, opinaron expertos, que el país carezca de una regulación sobre lactancia materna y que se haya dejado a las empresas la libertad de autorregularse.
González de Cossío resaltó que el problema se origina desde las escuelas de medicina, que no tienen un curso específico sobre el tema, mientras que la enseñanza de la especialidad en pediatría, los residentes aprenden bien, pero el uso de los sustitutos de la leche materna, dijo.
Esto ocurre a pesar de que hay disposición oficial sobre los hospitales amigos del niño y la madre, la cual dispone que en los nosocomios debe garantizarse el alojamiento conjunto y otras medidas para promover el amamantamiento.
Marcos Arana, investigador en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, comentó que en la aplicación de ese programa también hubo interferencia de la industria. Por eso no se cumple en los hospitales ni se prohíben los regalos de latas de fórmulas lácteas a las mamás que egresan después de dar a luz.
Rundall, también líder de la Coalición Internacional contra el Conflicto de Interés, comentó sobre la necesidad de que especialistas y organizaciones civiles trabajen de manera conjunta para que se impulse la lactancia materna en el país.