Ante representantes de las empresas mexicanas catalogadas como socialmente responsables, el premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, sentenció que tres cuartas partes de la población del planeta no son responsables del cambio climático.

Los países desarrollados con muchos recursos son los que realmente han contaminado el planeta, dijo, y les corresponde ayudar a las naciones en desarrollo para que sustituyan el uso de la energía basada en restos fósiles por energía limpia. Acotó que estos últimos también tienen derecho de desarrollar su economía y el nivel de vida de su población, pero no de la misma manera económica, porque la naturaleza tiene recursos limitados.

Dijo que aunque el costo de dicha transición es elevado, ya que los especialistas en economía y energía estiman que costaría por lo menos entre uno y hasta tres por ciento del producto interno bruto (PIB) del planeta, sería más barato respecto a las consecuencias de no hacer nada, consecuencias que ya se presentan con los desastres naturales ocurridos por seguir usando combustibles fósiles.

Invitado a participar en el sexto Encuentro Latinomericano de Empresas Socialmente Responsables, en un panel sobre sustentabilidad y el compromiso que al respecto asume el sector privado, el especialista lamentó que, pese a la gravedad del calentamiento global, la sociedad no esté respondiendo como se necesita.

La comunidad científica se ha comunicado muy mal. Nos ganaron del otro lado y por situaciones políticas se emprendió una campaña muy bien organizada y financiada para desprestigiar a la ciencia del cambio climático, dijo, y consideró que sus efectos persisten, aunque en los años recientes comenzó a cambiar tal percepción.

Refirió que un estudio en Estados Unidos sobre lo que difunden los medios de comunicación acerca del cambio climático, cuyos resultados se pueden extender al resto de las naciones, reveló que nada más 28 por ciento de los medios te dice que el calentamiento global es real, preocupante y se debe a actividades humanas, y más de dos terceras partes consideran que todo es una farsa. La percepción del público es lo que reflejan los medios.

Mario Molina dijo que aunque la temperatura apenas ha aumentado 0.7 o 0.8 grados Celsius, lo preocupante son los extremos de clima, como las inundaciones en la ciudad de México, cuya frecuencia ha aumentado como en todos los continentes, como sequías o incendios forestales.