El yemenita Samir Naji asegura haber perdido más de 15 kilos
Martes 16 de abril de 2013, p. 31
Washington, 15 de abril.
Dos veces al día me atan a una silla en mi celda
, cuenta un detenido de la prisión de Guantánamo en huelga de hambre en una columna de opinión publicada este lunes en The New York Times, en la cual detalla los sufrimientos que padece cuando los guardias lo alimentan a la fuerza.
Titulado Guantánamo me está matando
, el texto es la transcripción de una conversación telefónica con su abogado.
El yemenita Samir Naji Hasan Moqbel, detenido desde hace más de 11 años en la controvertida prisión de la base militar estadounidense en la isla de Cuba, está en huelga de hambre desde el 10 de febrero. Afirma haber perdido más de 15 kilos.
Jamás olvidaré la primera vez que me pasaron un tubo por la nariz para alimentarme. No puedo describir cuán doloroso es ser alimentado de esa manera
, cuenta este prisionero de 35 años.
Dos veces al día me atan a una silla en mi celda. Mis brazos, mis piernas y mi cabeza sangran. Nunca sé cuando vendrán. A veces no vienen hasta las 23 horas, cuando ya estoy dormido
, explica.
Somos tantos los que estamos en huelga de hambre que no hay suficiente personal médico calificado para realizar esta nutrición forzada
, añade Moqbel, quien sostiene que uno de los ayunantes no pesa más de 35 kilos.
El yemenita afirma que abandonó su país en 2000 para ir a Afganistán, donde esperaba encontrar trabajo. Durante la invasión estadunidense del año siguiente se trasladó al vecino Pakistán, donde fue detenido y enviado directamente a Guantánamo.
Como muchos otros detenidos en esa prisión, jamás fue juzgado ni formalmente inculpado. Tampoco fue considerado una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, pero no puede ser liberado a causa de una moratoria sobre la repatriación de los yemenitas decretada por Barack Obama en 2009.
Según los abogados de los presos, la gran mayoría de los detenidos del campo 6, que alberga a 130 reclusos, están en huelga de hambre tras incidentes ocurridos a principios de febrero en los cuales varios ejemplares del Corán fueron examinados de una manera que sus clientes consideraron una profanación.
Según el Pentágono, el jueves pasado había 43 ayunantes, cuatro veces más que hace un mes, 11 de los cuales son alimentados a la fuerza.
Por lo pronto, el juez federal Thomas Hogan se declaró incompetente
y rechazó una moción de emergencia del preso Mussab Madhwani, que afirma que le negaron agua potable y lo sometieron a temperaturas extremadamente frías
.
Hoga subrayó que la situación de los reos en Guantánamo depende de los tribunales militares de excepción.
Pero Patricia Bonte, una de las abogadas del prisionero, dijo a Afp que su defendido, actualmente en huelga de hambre, no fue acusado frente a una comisión militar.
Madhwani, que lleva 11 años recluido en la prisión que el presidente Barak Obama prometió cerrar desde su primera campaña electoral en 2008, solicitó ayuda humanitaria de emergencia
en forma de agua potable y ropa para mantenerse caliente, según su queja presentada a finales de marzo.
Desde entonces le suministran botellas de agua, pero se sigue quejando de la falta de acceso a cuidados médicos.