Buenos Aires, 18 de abril.

Decenas miles de manifestantes convocados por redes sociales y la dirigencia opositora marcharon hoy desde la zona norte hasta el Obelisco y la Plaza de Mayo y recurrieron a cacerolazos contra un proyecto de ley que intenta democratizar la justicia, en una reforma hace años solicitada por la izquierda y el progresismo aquí.

La marcha no logró superar a las últimas dos manifestaciones de fines del año pasado y la mayoría de participantes provenía de sectores altos y clase media. Los cacerolazos más importantes se produjeron en la zona de los barrios donde viven los sectores más pudientes.

Mientras el Senado avanzaba al aprobar la regulación de las medidas cautelares, utilizadas en general por el poder económico para detener causas importantes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, dijo que había enmudecido al escuchar el fallo de la Cámara Civil y Comercial Federal que ayer favoreció ampliamente al Grupo Clarín para continuar con sus posesiones monopólicas, que violan los principios de la Ley de Servicios de Medios Audiovisuales, votada por el Congreso en 2009 y ratificada por la Corte Suprema.

El fallo de la Cámara es la punta del iceberg que revela el entramado de abajo, dijo la mandataria al aseverar que la justicia tiene sectores aristocratizantes que se manejan como un gueto en alusión a un juez que manifestó sentirse insultado por quienes ocupan transitoriamente cargos en el Estado.

“Todos somos transitorios, pero hay magistrados nunca removidos que tienen una idea casi aristocratizante del Poder Judicial, por eso entran a la justicia los hijos, amigos o los recomendados de los jueces, por eso el pibe (joven) que se recibe de abogado no puede entrar”. Pidió no generalizar porque seguro que en la justicia también hay muy buenos magistrados.

La presidenta encabezó un importante acto en la Casa de Gobierno antes de viajar a Perú acompañada por su par José Pepe Mujica de Uruguay, con quien también asistirá en Venezuela a la asunción del presidente Nicolás Maduro,

Estuvo junto a gobernadores y editores de publicaciones educativas, anunciando nuevas escuelas y entrega de libros en todo el país. El gobierno confiará a editoriales locales una cantidad de publicaciones educativas y culturales, que se disputaban las empresas editoriales extranjeras.

En ese marco se refirió a la necesidad de una reforma para lograr una justicia pareja para todos, con igualdad de ingresos, igualdad para conocer las declaraciones juradas de todos, y para todos los aspectos de la justicia.

Mencionó una serie de casos en que la justicia resuelve en favor de otros poderes como la absolución de todos los imputados por el secuestro, trata y muerte de la joven Marita Verón, un caso que dio la vuelta al mundo. De la misma manera recordó otro caso por lavado de dinero, por cinco mil millones de dólares que está detenido desde 2008 porque la justicia no permite a la Administración Federal de Ingreso Públicos y la Unidad de Información Financiera que se constituyan como querellantes.

Asimismo se refirió a como actuó la justicia defendiendo a poderosos (como la Sociedad Rural) a quien se expropió un inmenso predio de Palermo, privilegiando a esos poderes, ante una recuperación para el país y el pueblo.

También otra medida cautelar frena el cobro de unos 130 millones de pesos que adeuda el diario La Nación por impuestos al Estado desde hace diez años, mientras en Córdoba, 77 jueces se excusaron de juzgar a uno de sus pares, acusado de graves delitos de lesa humanidad, entre otros casos escandalosos de administración irregular de la justicia, cuya vieja estructura nunca se reformó.

“La ley de medios demostró cómo se maneja esto, y ahora no dejan avanzar los proyectos de reforma que intentan imponer una justicia del siglo XXI, no la de una monarquía o una aristocracia, que sea tan democrática como el resto de los poderes del Estado (…) si estuviera del lado de estos poderosos que tienen una `justicia a la carta` no sería yo. Pretender que este gobierno pueda promover una ley que afecte a los más vulnerables es una coartada para ocultar sus verdaderos intereses”, por lo cual pidió a la oposición un debate amplio y serio y criticó a los que se niegan a debatir, ya que se han hecho modificaciones importantes en estas horas.

En tanto, la marcha que se congregó por una parte en la zona del barrio de Belgrano y en Santa Fe y Callao zona residencial unió al agua con el aceite, como sostuvo un cronista radial al referirse al hecho de que la dirigente de la Coalición Cívica de derecha Elisa Carrió caminara junto al cineasta Fernando Pino Solanas, de Proyecto Sur, o el ultraderechista rabino Sergio Bergman con el ex piquetero Raúl Castells, el dirigente socialista y ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner en el mismo espacio que el derechista jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, aunque ambos estuvieron en las reuniones de la Fundación Libertad, que recibe financiamiento de sus pares de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Justamente hay analistas que recordaron que después de cada paso de la Fundación Libertad o la Fundación Pensar (de Macri) siempre se han producido paros o marchas de este tipo contra el gobierno y en este caso coincidiendo con los sucesos y el golpismo en Venezuela.

También en el tumulto se vio a la diputada Patricia Bulrich, de Unión por Todos, un grupo político de la derecha que tiene lazos con la golpista fundación UnoAmérica y por otra parte los dirigentes de Libres del Sur, Humberto Tuimini y Victoria Donda que han hecho un giro extraordinario aliándose con economistas de la derecha.

La marcha se reprodujo con el mismo tipo de personajes que también cuentan con la presencia de la Mesa de Enlace, de las cuatro patronales del campo, que realizaron el paro destituyente de marzo a julio de 2008 y grupos ligados a los militares de la pasada dictadura (1976-1983).

Los carteles no aparecían con el nivel de violencia de las marchas anteriores, aunque algunos rezaban Andate a Venezuela en referencia a la presidenta y otros Acompañá a Chávez. Hubo críticas de algunos opositores que estaban en desacuerdo con sus propios partidos como el economista Claudio Lozano, que se fue de Proyecto Sur, al Frente Amplio Progresista de Binner y que advirtió que en estas protestas no se advierten alternativas válidas ni propuestas políticas serias.

La marcha fue importante pero sin la potencialidad de las anteriores, y se percibió una indiferencia en los barrios más populares de la ciudad donde no hubo cacerolazos. Destacó además la ausencia de una mayoría de jóvenes.