Miércoles 24 de abril de 2013, p. 2
Washington, 22 de abril.
Un experimento de un laboratorio que llegó al espacio hace dos años aportó nuevas pistas de por qué el aparato inmunológico de los astronautas sufre para adaptarse a un entorno de ingravidez, afirmaron científicos militares estadunidenses.
Los investigadores enviaron células encontradas en los vasos sanguíneos a la Estación Espacial Internacional y las dejaron allí seis días. Entonces los astronautas introdujeron las células en una potente endotoxina lipopolisacárida, que causa una infección sanguínea generalizada conocida como septicemia.
Tras seis días de estar en el espacio, las células comenzaron a mostrar cambios genéticos típicos de la baja inmunidad característica de la ingravidez, mal que a menudo se observa en los astronautas.
Cuando añadimos el agonista (sustancia capaz de unirse a un receptor celular), no respondieron muy bien
, afirmó Marti Jett, director del Programa Biológico de Sistemas Integrativos en el Comando Médico del Ejército estadunidense, que presentó los resultados en la conferencia de Biología Experimental 2013, que se celebra estos días en Boston.
Análisis en la Tierra
Los científicos reprodujeron el experimento en la Tierra para ver cómo la infección progresaba en condiciones de gravidez normal en comparación con la del espacio.
El experimento ofrece nuevas pistas en la búsqueda para el tratamiento de la septicemia, que según los investigadores afecta a 750 mil personas cada día y que puede resultar mortal si no se trata.
La septicemia es una de las principales causas de muerte después de una cirugía. Investigaciones anteriores habían mostrado que permanecer en el espacio tiene repercusiones en la salud de los astronautas, que van desde la pérdida de la densidad de los huesos y los músculos hasta el aumento del riesgo de desarrollar Alzheimer.