También la recibirán Carlos Prieto, Pablo Rudomín y Emilio Gidi
Miércoles 24 de abril de 2013, p. 25
El sociólogo franco-brasileño Michael Löwy (Brasil, 1938) recibirá el próximo lunes la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana, durante una ceremonia que se efectuará en la sede de esa casa de estudios en Jalapa.
La distinción también será entregada a Carlos Prieto, Pablo Rudomín y Emilio Gidi.
Löwy es investigador emérito y director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de París, Francia. Es reconocido como uno de los más destacados sociólogos y filósofos socialistas, y como uno de los principales investigadores sociales sobre el marxismo latinoamericano.
Participante en el Foro Social Mundial, recientemente investiga el ecosocialismo, al que define como socialismo del siglo XXI
. Es autor de varias obras, como El manifiesto ecosocialista internacional (con Joel Kovel), El pensamiento del Che Guevara La guerra de los dioses, religión y política en América Latina.
El investigador franco-brasileño, aprovechando su visita en México, impartirá el jueves 25 de abril a las 11 de la mañana la conferencia La revolución es el freno de emergencia, actualidad ecosocialista de Walter Benjamin, en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ese mismo día, por la noche (19 horas), participará en el foro Walter Benjamin, el materialismo mesiánico, en el plantel Del Valle de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, acto al que se prevé asista el rector de esa institución académica, Enrique Dussel.
El domingo 28 de abril a las 19:30 horas en Jalapa, Veracruz, en el contexto de la Feria del Libro, presentará su obra Sociología y religión, aproximaciones intempestivas, editado por la Universidad Veracruzana.
En su más reciente visita a México, en marzo de 2011, Löwy charló con La Jornada. Durante la entrevista sostuvo que el pensamiento marxista sigue vigente frente a la visión de los sectores oligárquicos de que el capitalismo es el único horizonte posible.
Y ubicó en los movimientos sociales, sobre todo de América Latina, la alternativa para la transformación. Resaltó en particular el alzamiento zapatista en Chiapas, en 1994, al que definió como el primer grito mundial de que las utopías siguen vivas.
Aseguró además que la construcción de otro mundo posible –alternativo al capitalismo dominante– se hará realidad con la convergencia de todos los sectores excluidos y oprimidos por el sistema actual.