La edición 39 abre sus puertas al público, con Amsterdam como ciudad invitada
La gran deuda es llegar a las personas más necesitadas del resto de Argentina, indica Gabriela Adamo, directora del encuentro
Laura Esquivel y Laura Restrepo, entre los participantes
Jueves 25 de abril de 2013, p. 4
Buenos Aires, 24 de abril.
La edición 39 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (Filba) abre sus puertas al público este jueves.
El programa tiene como invitados al Premio Nobel J.M. Coetzee, Cees Nooteboom, Laura Restrepo, Laura Esquivel, Leonardo Boff, Javier Cercas, Juan Villoro, Estefanno Benni, John Katzenbach, Rosa Montero y Vladimir Sorokin, entre otros. Esta es la primera ocasión en la que se tiene la modalidad Ciudad Invitada, que en este caso es Amsterdam.
La feria, cuyo lema este año es Libros como puentes, ocupa 45 mil metros cuadrados en el recinto de La Rural, frente al zoológico de esta ciudad.
El año pasado recibió, durante 21 días, un millón 200 mil visitantes, y en este 2013 participan alrededor de 450 editoriales y se realizarán unas 500 actividades, de acuerdo con su directora Gabriela Adamo.
Esas actividades, dedicadas exclusivamente a los profesionales de la industria editorial, comenzaron el pasado martes y este jueves la inauguración oficial será con el discurso del escritor Vicente Battista y después Coetzee dará una conferencia magistral.
Público muy lector
A continuación algunas cifras de lo que representa la industria editorial argentina: el año pasado se publicaron 26 mil 367 novedades y mil 217 reimpresiones. En número de ejemplares esto significa 94 millones 272 mil 206 en novedades, y 2 millones 696 mil 659 ejemplares en reimpresiones, de acuerdo con cifras del Informe Estadístico de Producción del Libro Argentino 2012, de la Cámara Argentina del Libro.
La publicación de libros en papel corresponde a 81.77 por ciento de la producción, en formato digital es de 17.19 por ciento y el resto en diferente soportes.
Los tipos de publicación de acuerdo con la clasificación comercial argentina se dividen en: literatura, 26 por ciento; ciencias sociales, 17 por ciento; libros infantiles, 15 por ciento; textos, 8 por ciento; derecho, 5 por ciento; arte, 4 por ciento; esoterismo y autoayuda, 3 por ciento, y el resto es de economía y empresa, sicología, gastronomía, ciencias exactas, físicas y naturales, ciencias aplicadas, filosofía, tiempo libre, hogar y juegos; lengua y lingüística, informática, geografía turismo y hotelería; deportes, orientalismo y libros objeto.
Estas cifras, incluidas en el informe de la Cámara Argentina del Libro, tienen como fuente la Agencia Argentina del ISBN.
En cuanto a la división por literatura, 52 por ciento corresponde a la de Argentina; 35 por ciento, a la universal; 6 por ciento, por países (los principales son Estados Unidos, Inglaterra, Francia, España y Uruguay); estudios literarios, 2 por ciento, y literatura sin especificar
ocupa 2 por ciento.
Ahora bien, en las estadísticas es posible atestiguar un crecimiento importante en relación con 2002 y la crisis económica que afectó al país sudamericano: ese año se produjeron 9 mil 560 títulos, en contraste con los 26 mil 367 de 2012. En ejemplares, en 2002 la producción fue de 32 millones 999 mil 663, frente a 94 millones 272 mil 206 del año pasado.
Sí hay ventas. El público argentino es muy lector, especialmente en Buenos Aires capital y el gran Buenos Aires. Hace poco estaba con un grupo de libreros que me comentaban que habían tenido un aumento de ventas, pequeño, pero en cantidad de ejemplares, lo cual es muy bueno. Y estamos también en algo que ustedes conocen más en México, que es un proceso de compras del Estado; eso antes no existía. Se ha puesto en marcha este último año y eso es importante para la industria
, añade Gabriela Adamo.
Llegada del e-book
En cuanto a de qué manera la crisis económica internacional afecta a la industria argentina, Adamo señala: Argentina está en un momento particular. Recorre un ciclo que no es paralelo con la crisis mundial. Los problemas que tenemos son distintos. Lo que nos complica mucho es la importación, los precios son caros, estamos con un proceso inflacionario que tiene sus complicaciones, es un tema profundo que no se puede comparar con la crisis general mundial
.
Los principales desafíos que tiene la industria editorial, según Gabriela Adamo, es la profesionalización y adaptarse a los cambios. La gran deuda pendiente es llegar a los públicos más necesitados del interior que, como en muchas naciones latinoamericanas, hay grandes diferencias entre las capitales y el resto del país. Esa diferencia es muy grande y desde la Fundación del Libro (organizadora de la feria) tratamos de realizar nuestros pequeños aportes, pero hay mucho por hacer
.
Entre esta adaptación a los cambios está la llegada del e-book (libro electrónico). Al respecto, la directora de la Filba, dice: “Recién exploramos el tema del e-book. Estamos un poco desorientados, lo que se propone es indagar estos aspectos desde diversos ámbitos. Vienen especialistas para decirnos qué lecciones podemos aprender. La feria es la punta del iceberg. No podemos tapar el sol con las manos. No creemos que el formato digital vaya a afectarnos. La feria siempre seguirá, porque el libro estará en el formato que sea”, y ahí entra un tema importante: la capacitación de los docentes.
En la feria están programadas siete jornadas de capacitación para ellos pobre cómo usar las nuevas tecnologías en las aulas, porque no se puede soslayar que los niños crecen de otra manera
.
Por ello son importantes los dos ciclos, Miradas y Tendencias, que incluyen conferencias para ayudar a los involucrados en la cadena editorial en el desarrollo de sus proyectos, desde la idea hasta la diferencia entre hacerlo en formato digital o tradicional.