Dortmund, 24 de abril.

El Borussia Dortmund tomó impulso hacia la final de la Liga de Campeones, al vencer por contundente 4-1 al Real Madrid en una noche gloriosa del ariete polaco Robert Lewandowski, autor de un póquer de goles.

El equipo de José Mourinho sucumbió en la apertura de la semifinal, no sólo ante las excelencias de Lewandowski, sino ante su propia incapacidad. Le faltó juego y carácter, precisamente lo que le sobró a un Borussia que pone la Champions cerca de una final alemana junto al Bayern Munich.

Empujado por el espectacular aliento de la grada, el conjunto alemán vivió en campo visitante durante los primeros 15 minutos. Le ayudaban los merengues regalando balones.

Al siete llegó la primera gran oportunidad de anotación, con un disparo de Marco Reus que sacó Diego López con una mano prodigiosa. Fue el preludio del primer tanto, que ocurrió en en la siguiente jugada, cuando Reus centró desde la izquierda con la pierna contraria; el balón se fue cerrando, Pepe no vigiló su espalda y apareció Lewandowski para rematar desce cerca a la red.

El gol afianzó las opciones del Borussia, que se replegó hasta dejar el mando al balón, pero Real Madrid no parecía sentirse cómodo al llevar la iniciativa. El cuadro de Mourinho no disparó a la portería hasta el minuto 23, con una falta lejana de Cristiano Ronaldo.

Pero pocos equipos hay como el cuadro blanco que penalicen tanto el error del contrario. Éste llegó al 43, cuando Mats Hummels se enredó y dejó el balón en los pies de Gonzalo Higuaín. El argentino tuvo la sangre fría de esperar la llegada de Ronaldo, quien sólo empujó hacia la red.

Esta anotación es lo único que le permite al Real Madrid soñar con la remontada, porque lo que ocurrió después fue una pesadilla para el equipo español.

Vivir sólo de errores ajenos no sirve en unas semifinal europea. Y más si esos yerros también los pueden cometer los madridistas, como ocurrió en su pésimo inicio de la segunda parte.

Al 50 jugó al límite del fuera de juego y Lewandowski pescó el gol ante las protestas merengues. Cinco minutos después el polaco dejó sentado a Pepe, quien se vio muy mal durante todo el choque, para hacer su tercer tanto con preciso pase a la red.

Al Real Madrid no le quedó otra que ir por el partido, pero el lapidario cuarto tanto llegó 10 minutos después.

Con el conjunto blanco distraído, Reus entró en el área y cayó acosado por Xabi Alonso. Para el árbitro fue penal y Lewandowski completó su noche memorable al anotar con potencia, con lo que se convirtió en el primer jugador que marca cuatro goles en una semifinal del torneo.

El polaco dio la razón a Josep Guardiola, quien lo quiere para el Bayern Munich, y de acuerdo con el agente español Quique Reyes ya lo firmó, además del sonado fichaje de Mario Gotze.

A falta de soluciones tácticas, Mourinho ofreció cambios, con las entradas de Ángel Di María y Karim Benzema, pero no bastó.

El final fue un ejercicio de impotencia de un Real Madrid obligado a la épica. En el horizonte aparece una final alemana, salvo alguna gesta heroica española la próxima semana.

Esto es una locura. Estoy contento por los cuatro goles, dijo Lewandowski, pero aclaró: Sólo dimos el primer paso, aunque recorrimos un gran trecho. Es una lástima haber recibido un gol en contra.

El entrenador Juergen Klopp expresó: ¡Esto fue futbol puro! Francamente hay que hacer un esfuerzo para no volverse loco de alegría, pero todavía queda el partido de vuelta. Van a exigir lo mejor de nosotros.

Por su parte, Mourinho se mostró tranquilo: Esta noche vimos a un equipo que fue claramente superior al otro, que dominó física y mentalmente. Hoy ganó el mejor. Los goles que encajaron fueron fruto de nuestros propios errores.

El capitán madridista, Sergio Ramos, se lamentó: Faltó actitud en el equipo y yo soy el primero. Tenemos que reflexionar todos juntos.