a inspiración de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no son los graves problemas que aquejan a la urbe ni el creciente desempleo ni el que la capital española opte por tercera vez consecutiva a unos Juegos Olímpicos. No. Lo que inspira de verdad a la regidora y esposa del ex presidente José María Aznar es Margaret Thatcher y su ideario radical para adelgazar al Estado y privatizar todo cuanto servicio público se pueda.

Por eso, y porque proceden ambas del conservadurismo más extremo, la ciudad de Madrid le homenajeará con un calle. El pleno de la Asamblea –donde aprueban los programas y leyes los diputados locales– dio luz verde a la iniciativa del derechista Partido Popular (PP), que contó con el rechazo del resto de los grupos, pero no sólo por cuestiones ideológicas –que también–, sino por otra cosa tan elemental como inédita hasta ahora: nunca antes se había politizado la designación de calles, que usualmente se otorgan a personajes distinguidos que hayan tenido algún vínculo con la ciudad.

Margaret Thatcher nunca tuvo un vínculo especial con Madrid. Pero, según confesión de la propia alcaldesa, su figura le inspira, al escribir en su blog que la Dama de Hierro ha servido de inspiración para muchas mujeres que al día de hoy desempeñan responsabilidades políticas y muchas supieron que tenían un sitio en la política, si estaban dispuestas a trabajar duro. Además de que se justificó porque, según ella, Thatcher consiguió recuperar el impulso económico del Reino Unido y supo entender la naturaleza de la crisis económica, que era consecuencia de una crisis moral y de valores.

Botella, como Thatcher, también es partidaria de la privatización de la educación, de la sanidad y del adelgazamiento del Estado en favor del libre mercado. Otro motivo que podría estar detrás de la designación de la calle a uno de los personajes más polémicos del siglo XX.

Armando G. Tejeda, corresponsal