La legendaria agrupación británica se presentó el sábado en la Plaza de Toros México
Rossi, Parfitt, Lancaster y Coghlan, de la alineación original, se reunieron después de tres décadas
What You’re Proposing y Wild Side of Life, entre los temas que disfrutó la banda
Lunes 29 de abril de 2013, p. a12
Con una canción clásica de amor y deseo, Caroline, la noche del sábado pasado en la Plaza de Toros México, el grupo británico Status Quo abrió un concierto que resultó memorable en muchos aspectos. El principal: el rencuentro con el público mexicano, con la banda popular, auténtica, que gusta del rocanrol neto, de guitarrazos y batacazos que impactan al corazón.
A las nueve de la noche comenzó el recital, la música de rock entendida como manera de vivir extrema, reventada, de entrega al desmadre, para ponerse hasta la madre.
Era México como parte del Made in Britain World Tour. Miles de gargantas corearon Caroline: “Si quieres que me encienda, si todo lo que realmente quieres es que me encienda en tu amor, dulce amor, si la noche es el momento adecuado, cualquier momento tuyo es mi momento. Podemos encontrar tiempo para el amor, dulce amor…”
Los rocanroleros mexicanos, la inmensa mayoría con playeras negras, pantalones de mezclilla y tenis, bailaron en el primero y segundo tendidos. Abajo, en el ruedo, donde se han derramado miles de litros de sangre de toros, el público se hizo masa. Elevaron las manos haciendo la señal universal del rock. Unos brincotearon a lo yeyé, medio a lo gogó. Un forever young danzaba con su hija como si la música de fondo fuera la de un vals de quinceañera. El cuadro resultaba flaubertiano y la educación sentimental se plasmaba de una generación a otra. Algún día la hoy niña recordará que estuvo ahí, con su papá, ante Status Quo.
Paper Plane, Hold you back, Rain, Rock n’Roll ‘n ‘You y hasta la antitética Beginning of the End mostraron que el rock puede alcanzar velocidades turbo. Conforme avanza el toquín, la banda etílica apila los vasos de cerveza que va chupando, como si fueran un trofeo a la resistencia a los efectos del alcohol. Son bukowskianos, aunque no quieran o no lo sepan.
El maestro de la historia de Mariposa de bar decía que si algún mérito tenía beber alcohol, ése era el la resistencia al embrutecimiento. Quien se pierde, pierde.
Luego de más de 30 años, Status Quo ha vuelto a los escenarios con la alineación original, superando viejos problemas, como juicios legales. La ocasión es más que justificada: en 2013 festejan 50 años de carrera. En la memoria de muchos asistentes están las presentaciones de Estatus
, como lo pronuncian en la Monumental, en Neza.
Francis Rossi, Rick Parfitt, Alan Lancaster y John Coghlan, que formaban parte del popular grupo en 1967, cuando se bautizaron como Status Quo, habían vuelto a tocar juntos después de tres décadas de no hacerlo.
La prensa plantada
Con su enorme historial, pospusieron una conferencia de prensa el martes pasado, so argumento de un retraso en un vuelo. Se anunció que se realizaría el jueves inmediato, pero con los reporteros esperando, se anunció que se cancelaba. En los pasillos se vio a uno que otro de los Status caminando como si nada –que no estaban en condiciones porque estaban algo crudos o credos (medio crudos o medio pedos).
El sábado, en la Plaza de Toros, la faena rocanrolera siguió con un popurrí de ensueño: What You’re Proposing/ Down the Dustpipe/ Wild Side of Life/ Railroad/ Again and Again, que pegaron en el alma de una mujer en silla de ruedas, quien llegó con sus vales hasta el ruedo donde cunde el drama de sangre y arena.
No estaban todos los integrantes originales citados, pero no dejaron de ser Status Quo. Big Fat Mama, The Oriental y Creepin’Up on You fueron el preámbulo para un solo de bacteria que hizo guturear. Fue un intro para la machacona The Killer.
La noche se alargaba y se escuchaban gritos de ¡Neza, Neza, Neza!
, donde Status tiene fieles a pasto. Para ellos: Roll Over Lay Down, Down Down y Whatever You Want, emblemática y que se escucha aún en Radio Universal.
Más prendidez sonora con Rockin’All Over The World, una versión de la pieza compuesta por John Fogerty.
En el encoré Don’t Waste my Time, Rock and Roll Music y Bye Bye Johnny, de Chuck Berry.
En 1962, Status nació con el nombre de The Spectres, formado por Francis Rossi y Alan Lancaster. Dieron a conocer tres sencillos sin obtener éxito y se cambiaron a Traffic Jam, que tampoco dio resultados. Finalmente, en 1967 adoptaron el nombre actual y la banda se integró con John Coghlan, Francis Rossi, Rick Parfitt, Roy Lynes y Alan Lancaster.
En 1968 lanzaron su primer éxito, llamado Matchstick men, y en 1974 el tema Down Down les dio su primer número uno en Inglaterra, de una cincuentena que han obtenido.
A la salida, de vuelta a Neza y a otros rumbos, la bandita grita que lo que se oyó fue rock meco, nada de rock nena y adláteres.