Abandonado por EU, Luis Octavio López vive ahora en la clandestinidad
Autoridades mexicanas intensifican la búsqueda del colaborador de Jesús Gutiérrez Rebollo
Martes 30 de abril de 2013, p. 14
El ex asesor del general Jesús Gutiérrez Rebollo e informante de la oficina antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), quien tuvo un papel clave en lo que se considera uno de los operativos antinarcóticos más importantes –la captura de El Güero Palma–, vive en la clandestinidad en territorio estadunidense, perseguido por las autoridades de México y abandonado por las del país vecino, las cuales inicialmente lo protegieron. Todo ello, aun cuando posee amplia información sobre la cooperación y corrupción en torno a la guerra contra el narco, revela un amplio reportaje del periódico The New York Times.
Luis Octavio López Vega no tiene papeles migratorios ni empleo. Se le acabaron sus ahorros y enfrenta acusaciones de corrupción por su relación con el ex zar antinarcóticos mexicano, el general Gutiérrez Rebollo, mientras por mucho tiempo fue informante de gran confianza y credibilidad de la DEA. Niega haber cometido algún acto ilegal y aún se pregunta cómo llegó de ser jefe de la policía de Zapopan –después fue llamado por el militar al Distrito Federal para trabajar de jefe de su equipo– a protegido de la DEA, hasta que de repente quedó en un limbo entre ambos países, escondido y buscando cómo ganar lo suficiente para comer un día más, según el texto.
Arriesgué mi vida en México porque creí que las cosas podían cambiar. Me equivoqué. Nada ha cambiado. Ayudé a Estados Unidos porque creí que si todo lo demás fallaba este gobierno me apoyaría. Pero me equivoqué otra vez. Y ahora he perdido todo
, aseveró López Vega, entrevistado por el Times en algún lugar del oeste estadunidense, el cual no fue identificado.
La investigación, de la reportera Ginger Thompson, retrata lo que ha ocurrido con este caso desde mediados de los años 90 del siglo pasado hasta la fecha. Con ello revela algunas fricciones y ciertos aspectos hasta ahora desconocidos en la cooperación entre México y Estados Unidos.
Reporta que López Vega jugó un papel protagónico en lo que es considerado uno de los éxitos más grandes en la guerra contra las drogas en la historia de México: la captura de Héctor Luis Palma Salazar, El Güero, uno de los jefes del cártel de Sinaloa, en 1995. En 1996 el presidente Ernesto Zedillo nombró al general Gutiérrez para encabezar el Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, paso elogiado en Washington por el gobierno de Bill Clinton. El militar pidió a López Vega que fuera el jefe de su equipo.
Unos tres meses después estalló el escándalo. Sus dos mundos chocaron estrepitosamente en 1997
con el arresto de Gutiérrez Rebollo, acusado de colaborar con uno de los cárteles, y luego ambos gobiernos buscaron a López Vega. México sospechaba que era cómplice, y la DEA lo consideraba una fuente clave de información para entender lo que estaba sucediendo.
La DEA, según el Times, lo encontró primero y ayudó a que López Vega y su familia escaparan a Estados Unidos sin que las autoridades mexicanas se enteraran, a cambio de su cooperación con los estadunidenses. Le ofrecieron visas para él y su familia.
Las revelaciones que hizo a la DEA sobre los nexos entre el Ejército Mexicano y los grupos delictivos de la droga fueron explosivas
, entre ellas que el Ejército estaba negociando con los cárteles, ofreciendo protección a cambio de compartir ganancias. Indicó que los narcotraficantes entregaron a altos oficiales maletas que tenían millones de dólares. También dijo que unidades antinarcóticos entrenadas en Estados Unidos permitían que capos lograran escapar durante operativos. Aunque López Vega dijo que no creía que el general Gutiérrez Rebollo estuviera trabajando con los cárteles, informes de inteligencia estadunidenses sugieren que la DEA sospechaba que el militar tenía relaciones con el cártel de Juárez.
Todo ello detonó conflictos en el gobierno estadunidense sobre cómo responder, y la mayor insistencia de México en encontrar a López Vega. Solicitó así la asistencia de Estados Unidos para localizarlo.
Requerido por los mexicanos, los estadunidenses negaron tener información sobre dónde estaba López Vega, pero poco después rompieron toda relación con él. Anularon las visas y permisos de trabajo de toda la familia, bajo el pretexto de no provocar problemas en la cooperación bilateral con México. Desde entonces él ha estado fugitivo.
No podíamos decir a México que estábamos protegiendo a ese hombre, porque ello hubiera afectado su cooperación con nosotros en otros programas. Así, cortamos nuestros lazos con él, con la esperanza de que solo encontrara una manera de sobrevivir
, afirmó al Times un ex agente de la DEA involucrado en el caso.
Según el diario, esos incidentes fueron la inspiración para la película Traffic, estrenada en 2000.
La historia de López Vega, de acuerdo con el rotativo, revela la sombría dinámica que socava la alianza entre Estados Unidos y México en la guerra contra el narcotráfico
, sobre todo en cuanto demuestra la desconfianza en ambos lados de la frontera.
En enero de este año el gobierno mexicano volvió a tratar el caso de López Vega con las autoridades estadunidenses, según un funcionario mexicano. El Departamento de Justicia solicitó más información sobre los cargos en su contra y está en espera de ese reporte. Un funcionario estadunidense comentó al Times que el gobierno aún no determina si López Vega es culpable o si alguien en México desea callarlo.
Mientras tanto, sostiene el periódico, el gobierno de Barack Obama está en espera de un nuevo acuerdo
sobre la cooperación antinarcóticos con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Con esta investigación, por vez primera en su historia, el New York Times publicó una nota en inglés y español en línea (para la versión en español: http://www.nytimes.com/2013/04/29/us/mexico-dea-fugitive.html).