Decenas de miles de obreros exigen en Bangladesh mayor seguridad en talleres textiles
Generación de empleos con respeto a las reglas de la justicia social, pide el Papa a políticos
Jueves 2 de mayo de 2013, p. 31
Madrid, 1° de mayo.
Una Europa golpeada por el desempleo se manifestó este miércoles en el Día del Trabajo contra las políticas de austeridad, mientras en Asia se denunciaron las malas condiciones laborales de obreros textiles, y el papa Francisco pidió a políticos generar empleo con respeto a las reglas de la justicia social
.
Tanto en Grecia como en España, los dos países del sur del continente donde el desempleo afecta a más de 27 por ciento de la población, decenas de miles de personas salieron a las calles.
Esta austeridad arruina y mata
, 6 millones 200 mil parados, no a la austeridad
, se leía en algunas de las pancartas que portaban los participantes en la marcha organizada en Madrid, una de las 82 convocadas por los sindicatos en toda España para poner en evidencia el fracaso de las políticas de austeridad
, y pedir al presidente Mariano Rajoy un cambio en su política económica.
Grecia, uno de los países mayormente afectados por la crisis, vivió una jornada de huelgas y manifestaciones contra las políticas de austeridad en la más reciente de las protestas en el país, que lleva seis años en recesión.
Los sectores más afectados por el paro de 24 horas fueron el portuario y el ferroviario, así como el transporte público, mientras los ministerios permanecieron cerrados y en los hospitales públicos los médicos sólo atendieron casos de urgencia.
Unas 10 mil personas, según la policía, se manifestaron en el centro de Atenas, mientras en otras ciudades hubo concentraciones más pequeñas. No obstante, esta vez la participación de los griegos en el Día del Trabajo descendió debido a que la fecha coincide con la pascua ortodoxa.
Miles de personas también marcharon en Lisboa contra las políticas de austeridad impuestas desde hace dos años por la troika (Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo), mientras en Francia, donde aumenta la impaciencia frente al aumento del desempleo, los manifestantes exigieron un cambio en la política económica al presidente François Hollande.
En Alemania hubo manifestaciones en varias ciudades, en las que los participantes pidieron el fin de la política de austeridad, y en Italia para exigir acciones del gobierno contra el desempleo.
La marcha en Turquía concluyó con 16 heridos y la detención de 20 personas, tras enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Estambul, después de que las autoridades prohibieron las movilizaciones en la plaza Taksim debido a obras de renovación. La policía utilizó cañones de gua y gas lacrimógeno contra los manifestantes, que a su vez lanzaban piedras a las fuerzas del orden.
En Dacca, Bangladesh, decenas de miles de manifestantes denunciaron la muerte de 413 trabajadores en el derrumbe e incendio de talleres textiles, y demandaron mayor seguridad en las fábricas del país.
Decenas de miles participaron en varias manifestaciones en Rusia con las consignas de progreso social y una sociedad más justa
. En Moscú se celebraron siete marchas, la principal, convocada por los sindicatos y el gobernante Partido Rusia Unida, concentró a unos 90 mil rusos que apoyaron las iniciativas del presidente Vladimir Putin.
Además, Putin otorgó el título honorífico de Héroe del Trabajo –por primera vez desde la época soviética– a cinco ciudadanos, incluidos el director de orquesta Valeri Guerguiev y un minero de Siberia.
En este contexto, la eurozona alcanzó un nuevo récord de desempleo en marzo al subir una décima frente al mes anterior y afectar 19.2 millones de personas, 12.1 por ciento de la población, informó la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat.
La inflación en la zona cayó a un mínimo en tres años y se ubicó en 1.2 por ciento en abril, su nivel más bajo desde febrero de 2010.
A su vez, el papa Francisco exhortó a los políticos a hacer todo lo posible para reactivar el mercado laboral
y denunció el desempleo como la consecuencia de un pensamiento económico que omite las reglas de la justicia social
. Además, condenó las condiciones laborales de los obreros que murieron en el colapso de la fábrica en Bangladesh.