Ofreció duetos con Sintek y Sariñana
Viernes 3 de mayo de 2013, p. a11
Miguel Bosé comenzó el pasado miércoles, en el Auditorio Nacional, su gira Papitwo, que se extenderá a varias ciudades del país y finalizará en noviembre en Estados Unidos. Será el fin de la gira del disco
, de título homónimo, uno de los más exitosos de su carrera de 37 años.
Bosé, imán, magneto para ellas y ellos, pues gran parte de su público es gay, llenó el foro y provocó escenas de verdadero paroxismo. Abrir vuestros corazones, las piernas o lo que quieran, pero déjennos entrar
, pidió a sus seguidores, quienes no cesaron de cantar desde la primera pieza: Duende, a dueto con Aleks Sintek. En la locura colectiva, cantó con Ximena Sariñana Aire soy, de su disco Salamandra, donde la joven intérprete no pronunció cashi shin querer
, como está en el disco.
Tanto Bosé como Ximena han dado respuestas cual Chavo del Ocho, en el sentido de que eso se les chispoteó. Ximena es así
, comentó Bosé en conferencia de prensa previa.
Fue todo lo que compartió con otras voces. Después fue Bosé total, quien proyectaba un rictus de cansancio o de enfermo. Hasta algo maltratado de la garganta. Eso no fue óbice de nada y se escucharon gritos sinceros de ¡Hazme un hijo!
, que fueron los más tranquilos y mesurados, pues las exclamaciones fueron in crescendo y gritos como de terror estremecían a los más calmados.
Implacable, Bosé se reventó un popurrí que hizo llorar a miles, con sus melancólicas Linda, Amiga, Te diré, Morir de amor..., que son de su etapa juvenil, de la cual ha dicho estaba impregnada de una idea del amor ya superada.
El recital fue un recorrido por lo mejor de lo grabado por Bosé, donde los temas sociales, una de sus preocupaciones actuales, lo hicieron plantear que está demostrado que la guerra funciona como un juguete para muchos. En su utopía, dijo, un mundo mejor sería posible si estviera gobernado sólo por mujeres.