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Su número en el cuerpo es cien veces mayor que el de células

Íntima relación de bacterias intestinales con males crónicos

Investigadores destacan la importancia de conocer su función

 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de mayo de 2013, p. 51

La alteración de la flora intestinal, ahora conocida como microbiota intestinal, está relacionada de manera estrecha con enfermedades crónicas como colitis, hígado graso, diabetes e incluso obesidad. Es un proceso que se puede gestar desde el nacimiento, tanto si el bebé nació por parto normal o por cesárea y si se alimentó con leche materna o con sustitutos, afirmó Miguel Ángel Valdovinos, investigador del Departamento de Gastroenterología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Explicó que a partir del desciframiento del genoma humano, las investigaciones han profundizado en el estudio de las bacterias, cuyo número en el organismo es cien veces mayor que el de las células humanas. Por eso la importancia de conocer más sobre ellas.

Actualmente ya hay información sobre su composición genética (microbioma) y las funciones específicas que tienen. Valdovinos se refirió, en particular, a las bacterias que conforman la microbiota intestinal, cuya función cuando están sanas, es proteger a la persona de agentes patógenos ante el consumo de alimentos contaminados, fortalecer el sistema de defensas y cumplir un papel importante en la nutrición.

Pero, cuando por causas externas, la microbiota se altera y predominan cierto tipo de bacterias, se favorece la aparición de enfermedades. Las causas de dicha modificación son diversas y van desde diarreas, infecciones de vías respiratorias, el uso de antibióticos y el estrés, explicó Ana Teresa Abreu, gastroenteróloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Ambos especialistas participaron ayer en una conferencia para anunciar la realización del segundo Simposio internacional microbiota intestinal humana en salud y enfermedad, el cual se realizará en la ciudad de México, para difundir los nuevos conocimientos en la materia, obtenidos en el transcurso de la pasada década.

Advirtieron sobre la importancia de difundir los hallazgos de investigaciones científicas, sobre todo las que se refieren a la relación entre la alteración de la microbiota y la obesidad en México.

Ana Isabel Burguete, investigadora del Departamento de Epidemiología Genética del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) comentó algunos resultados preliminares del estudio que realiza en la ciudad de México con 984 niños de seis a 11 años de edad, en los cuales se ha confirmado la relación entre el exceso de peso corporal y la sobre presencia de un tipo de bacterias (firmicutes) .

Hasta ahora, esta conexión se había identificado en otros países, pero sólo en adultos. La especialista resaltó que la obesidad es un fenómeno en el que intervienen múltiples factores, empezando por el tipo de alimentación, si el individuo lleva una vida sedentaria o realiza ejercicio físico y los antecedentes familiares, entre otros.

Lo que el estudio confirma es que la alteración de la microbiota intestinal es otro de los factores que explican la obesidad, presente en una tercera parte de la población infantil, pero en la mitad de los niños del Distrito Federal.

Los expertos recordaron que el sobrepeso y la obesidad están asociados con otros problemas de salud como diabetes, hipertensión arterial y afecciones cardiovasculares.

Valdovinos destacó la influencia que tienen también los nacimientos por cesárea y el consumo de sustitutos de leche materna. Ambos interfieren de manera negativa en el proceso de formación de la microbiota intestinal.

La gastroenteróloga Abreu comentó sobre la bacteria Akkerman mushiphila, identificada recientemente, la cual está vinculada con la obesidad. El conocimiento es tan reciente que todavía se desconoce cómo actúa, de dónde la obtiene el organismo y cómo se puede contrarrestar, pero forma parte de los descubrimientos que en el futuro contribuirán al control y quizá la cura de males crónicos, indicó.