Tigres, favorito en una liguilla muy nivelada
Chivas, en peligro de descenso
i las Chivas están bien, el futbol mexicano también, es una de las frases célebres de nuestro balompié. Y el Guadalajara anda arrastrando su gran historial –la próxima campaña hasta tendrá problemas de descenso–, pero se vislumbra una liguilla muy pareja en la que, para seguir con los adagios, cualquiera le puede ganar a cualquiera y el único que sobresale es el superlíder y favorito Tigres.
El Guadalajara terminó como empezó la temporada. A unos días de iniciar el torneo, el veleidoso magnate Jorge Vergara rompió con el proyecto holandés y nombró como técnico a Benjamín Galindo, quien muchas veces se vio impotente ante un equipo que no formó y del que se criticó que anduvo más en fiestas que en canchas.
Chivas concluyó un torneo de vergüenza para su gran afición, con apenas tres triunfos y seis derrotas consecutivas. Vergara quiso dirigir a las Chivas como si fuera una de sus empresas y tarde se dio cuenta de que la pelota no se mueve exclusivamente con aires mercantilistas.
Los Tigres están implantando una nueva moda. Ya se sabía la extrema fidelidad de su público, pero esas muestras de cariño no salían de su región. Ahora da gusto verlos por todos lados –la mañana del sábado anduvieron por sitios turísticos del Distrito Federal– y en lugar de dificultar su arribo, los otros clubes deberían fomentarlo.
El Azteca es un monumento casi siempre vacío. El América, que llena donde va menos su propio estadio, hubiera aprovechado para realizar día de club. Así por lo menos hubiera ganado en la taquilla.
Nuevo León está de cabeza. Tigres aparece como favorito al cetro, aunque enfrentar al Monterrey en su primera serie empareja los pronósticos. El equipo del Tuca Ferretti sólo sufrió dos reveses, uno de ellos precisamente ante los Rayados.
La Pandilla de Víctor Manuel Vucetich llega además con la motivación del tricampeonato de la Concachampions, luego de una gran remontada sobre Santos en apenas media hora.
Las Águilas se mantuvieron en segundo lugar general, pero su rendimiento es irregular y una mala tarde podría costarles la eliminación. Christian Benítez consiguió la hazaña del tricampeonato consecutivo de goleo y nadie duda de su peligrosidad, pero también se cuestiona su poco compromiso colectivo.
Algunos ubican al equipo de la UNAM como los Pumas negros de la liguilla. Podría ser, ya que un técnico de casa como Antonio Torres Servín le ha dado solidez defensiva al conjunto y tienen a Martín Bravo como el referente ofensivo, pero lo más importante es que ha recuperado a una de sus últimas joyas: Javier Cortés, quien ya se bajó de su ladrillo y tratará de consagrarse.
De los ocho clasificados, el Atlas es el que deja más dudas. Los rojinegros bajaron mucho su nivel luego de salvarse del descenso, aunque eso coincidió con la lesión que sufrió Omar Bravo. Tomás Boy deberá reinventar a su equipo y hacer que jueguen otra vez con el cuchillo entre los dientes, como lo hicieron cuando estaban en peligro.
Morelia y Cruz Azul revivirán viejas rencillas, aunque con nuevos elementos. Ya no están el Jefe Boy y el Ojitos Meza, pero el argentino Carlos Bustos se convirtió en el gran relevo del torneo, no perdió en sus 10 encuentros dirigidos y llega con racha de cuatro triunfos al hilo.
El choque parece muy nivelado, ante una Máquina que suma cinco victorias consecutivas y un título de Copa que alejó muchos fantasmas. Los Cementeros tienen una de las mejores plantillas del balompié nacional y también podrían ser marcados como candidatos.
Por su parte, el Santos Laguna cayó en un bache, pero será un conjunto peligroso por la calidad y experiencia de sus jugadores y un técnico como el portugués Pedro Caixinha, quien en poco tiempo se ha caracterizado por estudiar minuciosamente a sus rivales.
El monarca Tijuana, el subcampeón Toluca y el sorprendente León pasaron a ser decepciones, dicen algunos que afectados por la maldición de la Copa Libertadores. Pero el maleficio que no falla es el de La Corregidora: los Gallos volaron al descenso, a pesar de terminar en la octava posición. Se fueron con el orgullo de decir que hicieron un punto más que el clasificado Monterrey.