Una decena de marionetas, cuatro actores y una sutil escenografía conforman la puesta en escena Las aventuras de Buratino, dirigida por Mihail Vassilev, que el sábado anterior comenzó temporada en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

El montaje recuerda –con sus variantes– a personajes de cuentos clásicos, como al inolvidable Pinocho, así como a los reyes de esos relatos y a sus fieles súbditos dedicados a cumplir los caprichos de los que ostentan la corona.

La idea fue montar un espectáculo muy poético, bello, sublime y hermoso en contraste con lo que cada vez somos: más individualistas, deshumanizados y crueles unos con los otros, explicó Vassilev a La Jornada.

A esta situación –prosiguió- ha contribuido el impacto negativo de la televisión, porque nos absorbe con información detallada de asesinatos y crímenes.

Por esta razón en el montaje, dijo Vassilev, planteo con detalles lo sublime y lo bello. Además, trato de regresar a los adultos a los orígenes de lo humano y, sobre todo, dar la oportunidad a los niños de ver que en este mundo no sólo existe la maldad.

Títere travieso

Con tintes humorísticos, la historia se desarrolla en un teatro de títeres, donde el anciano fabricante Carlo convive con las marionetas y se ve obligado a entregarlas al director del Teatro del Rey Carabas Barabas, por mandato del propio monarca.

Una vuelta a la derecha, una vuelta a la izquierda es el baileeee de Carabassss, canta el súbdito mientras baila y gesticula con desenfado y comicidad en diversos momentos de la trama.

Cada uno de los títeres muestra varias facetas ya sea como poetas, cantantes o con alguna habilidad orientada al arte, las cuales pierden cuando son colocados de manera involuntaria en el escenario para entretener al monarca.

Mientras, el solitario Carlo se dedica a la creación de otra marioneta que lo acompañe y así surge Buratino, un muñeco de madera con larga nariz puntiaguda.

En el travieso títere predomina una curiosidad permanente; quiere saber de todo y mete su nariz por cualquier lugar.

De Buratino, Vassilev, explicó: “Es el personaje principal del libro La llave de oro o Las aventuras de Buratino, de Aleksey Nikolayevich Tolstoi, basado en la obra de las aventuras de Pinocho, de Carlo Collodi. El nombre Buratino se deriva del italiano burattino, lo que significa marioneta de madera con hilos”.

Ese libro, añadió, se publicó en 1936 y Buratino rápidamente se hizo muy popular entre los niños de la Unión Soviética y actualmente lo es en toda Europa.

La aventuras de Buratino es una propuesta con actuación en vivo y marionetas, donde participan cuatro actores quienes con humor y creatividad presentan esta historia con los títeres.

La obra reinaugura la matiné sabatina en el Foro La Gruta (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn). Funciones los sábados, a las 13 horas.

Las aventuras de Buratino, ganador del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2012 terminará temporada el 13 de julio y después se presentará en el teatro Benito Juárez.