El pintor participa con cinco cuadros en la muestran colectiva Retratos y retratados
En mediano formato, recrea niños y niñas para constituir una nueva familia
, señala
Me importan las capacidades mágicas o de conectividad de los personajes que se transforman en carbón, explica a La Jornada
En años recientes, manejo una especie de alquimia del cuerpo
Viernes 17 de mayo de 2013, p. 3
“La fascinación del rostro humano es probablemente el motor mismo de la pintura y de las artes visuales. Las miles de lecturas posibles de una persona real, o imaginada, son múltiples.
Aquí hablamos de casi, casi la base misma de la pintura
, expresa el pintor Daniel Lezama (DF, 1968), quien participa en Retratos y retratados, exposición colectiva curada por Eugenio Gayou, abierta en la Casa de Cultura de Tabasco, en la ciudad de México.
Lezama exhibe cinco cuadros de mediano formato, de rostros de niños y niñas, de diversas edades, que vendrían a constituir una especie de nueva familia
.
Los óleos tienen nombres de objetos sencillos
: Tallo, Tizón, Brote, Isla y Lucero. Son como bloques de construcción de un nuevo abecedario, de un nuevo léxico
.
Entrevistado, el pintor explica que suele hacer este tipo de ejercicios cada año o dos cuando voy a empezar un grupo de obra en el que van a aparecer noveles personajes, situaciones, sensaciones, escenografías, alegorías y metáforas. Me importa mucho cómo estos personajes que se transforman en carbón, agarran determinado color, que son como plantas, o una isla, tienen capacidades mágicas o de conectividad
.
Para Lezama estos seres que participan de una condición externa a ellos, es decir, su naturaleza es vegetal, animal o mineral
, pronto formarán parte de esas economías de parentela que operan en mi trabajo
.
El crítico de arte Erik Castillo ha señalado como uno de los hilos subyacentes
del trabajo del pintor el tema del parentesco imaginario
.
Respecto de la historia que rodea a sus nacientes personajes, Daniel Lezama dice ya no poderla narrar como un cuento: “Hay quienes lo han visto como una metáfora, por ejemplo, de las estructuras familiares esenciales que dan lugar a la identidad mexicana. O sea, la madre poderosa, el padre derrotado, la hija que consuela, el niño que viene con la aurora.
“Se ha visto en mi trabajo ese ciclo de reinicio en que los niños son los que arrancan otra vez la maquinaria de la vida. Es mi lectura de la condición del mexicano como parte de la condición humana, pero con especificidades de la cultura, la geografía, la raza y la idiosincrasia. Tengo la idea de que en el futuro podré contar o elaborar una serie de historias primigenias o primarias, que son las que se dan en las historias de México.
“Es un sueño de escritor, no de pintor, pero a la vez las he podido contar por medio de la metáfora visual. Y, tal vez escribirlas, ¿por qué no?, tengo esa capacidad, pero no es mi tirada principal. La idea es encontrar e interpretarlas visualmente. Esa búsqueda ha informado mucho mi trabajo. Aquí no vas a encontrar precisamente el tema de la mexicanidad per se, sino una visión aguda sobre mi entorno que penetra más allá del tema de identidad que me determinó.
Hablamos de elementos de alquimia, de figuras que se transmutan y enlazan, se remplazan y se modifican. Es un tema que he manejado en los años recientes, como una especie de alquimia del cuerpo, de la metáfora, de los personajes. Las narrativas son como maquinarias que a veces tienen un componente prehispánico o uno totalmente imaginario. Mi obra nueva va por estos ángulos
.
Parentela y perversiones
–Su visión de la historia, ¿qué dice a las nuevas generaciones?
–Lo mío es una especie de versión subterránea y alegórica de la historia. No la oficial, pero tampoco es la antihistoria o la de las verdaderas cosas. No, es una historia contada por personajes cotidianos. Las luchas, las transformaciones del país, se cuentan como una especie de economía de la parentela, de la familia, de las perversiones, de las energías infantiles, las que se encuentran en el amor, el desamor, la violencia que, dentro de mi obra, representan las fuerzas históricas que se han movido allí. Así es como manejo el tema histórico.
“Ahora lo que hago es meterme más adentro aun de los principios que operan dentro de la historia. Ahorita no vas a tener una lectura histórica directa de mi obra, sino una de personajes que están en transformación misma. Es cómo entrar a las calderas de la historia.
Meterse al trasfondo, al inframundo, al inconsciente, a la maquinaria básicamente de la historia que es lo humano en transformación y en conexiones misteriosas con el mundo
.
Daniel Lezama tiene preparados proyectos de envergadura. Uno es una exposición y la publicación de un libro por medio de la Galería Drexel, probablemente en Suiza
.
El otro es su presentación en sociedad
como artista de la Eigen + Art LAB Gallery, en Berlín, esto en asociación con la Galería Hilario Galguera que lo promovió.
(La Casa de Cultura de Tabasco, en la ciudad de México, se ubica en Berlín 33, colonia Juárez.)