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Se trata de un tejemaneje entre el hospital Muguerza y la asistente, dice abogado

Faltan a careo el médico y la enfermera acusados de negligencia contra niña en NL

Lo que sigue es demostrar que la empleada cometió un delito aunque haya seguido órdenes, señala

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 17 de mayo de 2013, p. 34

Monterrey, NL., 16 de mayo.

El médico Hernán K. Campa Núñez y la enfermera Anita Urbina Alvarado no asistieron al careo que la segunda solicitó para su defensa en el caso de presunta negligencia del personal médico del hospital Muguerza, que en 1988 dejó cuadripléjica, afásica, afectada de la vista y con alteraciones de la conciencia a la entonces menor Johanna Alejandra Fisher Garza, quien hoy vive bajo cuidado de sus padres.

El juzgado cuarto de lo penal del primer distrito judicial del estado informó ayer que no notificó a Campa Núñez de la audiencia porque el abogado de Urbina Alvarado –quien se encuentra en libertad bajo fianza– se comprometió a llevarlo a la diligencia.

Abogados de Johanna recordaron que Anita Urbina acusó a Hernán K. Campa de ser responsable de los daños a la afectada en la sala de cuidados intensivos del Muguerza, especialmente en cuanto al destete (separación) del tubo de respiración al que estaba conectada.

El abogado Alfonso Garza, abuelo de Johanna, consideró extraño que ninguno de los dos acudiera al juzgado. “No quiero pensar mal, pero los hechos señalan un tejemaneje entre el hospital Muguerza y Anita Alvarado, donde pareciera que luego de que Urbina declaró que recibió órdenes de sus superiores de dejar espacios en blanco en los documentos de enfermería para esconder el paro cardiorrespiratorio que afectó a Johanna, lo que negó 15 años, hubo un arreglo global entre ellos”.

Recordó que en febrero pasado, el hospital Muguerza pagó 500 mil pesos de fianza mediante la organización Renace para que Anita Urbina pudiera enfrentar su proceso en libertad, luego de que fue internada en el penal de Topo Chico.

Las pruebas los están imputando, para mí hay dos personas más inculpadas, la supervisora y la jefa de Anita en el hospital. Lo que sigue es demostrar que la inculpada cometió un delito, sin importar si fue por orden o encargo, ella manipuló los papeles y mintió, y ahora lo reconoce después de 15 años, dijo el litigante.

Por su parte, el abogado de Anita, Gregorio Martínez, aceptó que la ausencia de su cliente se debió a que sabía que Campa Núñez no fue notificado, y negó haberse comprometido a llevar al médico al juzgado, sólo a proporcionar su domicilio para que le entregaran la notificación.

El jurisperito aseguró que si esta diligencia retrasa el juicio, se desistirá del careo.