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Franco envió 20 mil hombres a pelear por Alemania en la Segunda Guerra Mundial

Delegada del gobierno español en Cataluña rinde homenaje a combatientes hitlerianos

Indignación en la Guardia Civil

Partidos y diputados exigen la dimisión de María Llanos

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 17 de mayo de 2013, p. 29

Madrid, 16 de mayo.

La delegada del gobierno en Cataluña y máxima autoridad del gobierno central en la región, María Llanos de Luna, rindió un homenaje el pasado 11 de mayo a la Hermandad de Combatientes de la División Azul, que fue la aportación del régimen de Francisco Franco a las tropas de Adolfo Hitler para combatir entre 1941 y 1943 en la Unión Soviética.

El conjunto de las fuerzas parlamentarias catalanas –con la excepción de los derechistas Partido Popular (PP) y Ciutadans– exigieron la dimisión inmediata de la política española y la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

El dictador español fue uno de los pocos aliados de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, al compartir el ideario fascista y la vocación de exterminar a detractores, gitanos, judíos, homosexuales, masones y comunistas, entre otros colectivos.

En la década de los 40 del siglo pasado, España era un país en penumbra, en plena posguerra, con hambre y bajo el yugo de un régimen totalitario y criminal. A pesar de la miseria, Franco decidió aportar una unidad militar a la lucha que inició en 1941 el régimen nazi en el frente oriental, contra la Unión Soviética.

Con el argumento de que se iba al frente a matar comunistas, el régimen franquista reclutó a cerca de 20 mil hombres que emprendieron en viaje a Alemania para ponerse a las órdenes de Hitler.

Durante la dictadura de Franco (1939-1976), una de las tradiciones de los actos militares o de la Guardia Civil era homenajear a los caídos de la División Azul. Una tradición que, con la llegada de la democracia y de un nuevo marco constitucional, se acabó. Al menos hasta ahora, una vez que el gobierno del conservador Mariano Rajoy decidió recuperarla, por medio de la representante de la administración central en Cataluña, Llanos de Luna, entregó una medalla y organizó un acto solemne a las tropas hitlerianas españolas.

El acto se llevó a cabo en el 169 aniversario de la Guardia Civil, en la que además desfilaron representantes de otros destacamentos de esta histórica institución militar y policial. A pesar del escándalo y la indignación, la delegada del gobierno no compareció ante los medios de comunicación ni respondió a las numerosas inquietudes de las fuerzas parlamentarias. Únicamente emitió un comunicado en el que se limitó a señalar que las agrupaciones que desfilaron son legales, se fundamentan en un contexto histórico y en absoluto ideológico.

El gobernante Convergencia i Unió expresó su profundo malestar por el homenaje y reclamó su dimisión fulminante por una cuestión de respeto a la memoria de las víctimas del Holocausto y la barbarie nazi.

Para el Partido Socialista de Cataluña se trató de un acto deplorable e injustificado y un grave atentado contra la memoria democrática y la dignidad de las víctimas de la barbarie nazi y fascista.

El diputado Jaume Bosch, de Iniciativa per Catalunya, señaló que es “inaceptable que el gobierno rinda homenaje a ex combatientes hitlerianos, al tiempo que llama ‘nazis’ a las víctimas de los desahucios por las hipotecas”.

El parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya, Alfred Bosch, también reclamó la destitución y anunció que exigirá la comparecencia del ministro del Interior en el Parlamento nacional para que explique el homenaje. Mientras todos los estados conmemoran el fin del nazismo y lo condenan, actos como el denunciado hacen que el Estado español viva una situación vergonzosamente excepcional, sobre todo porque son miembros del gobierno quienes les dan cobertura.

La indignación llegó hasta la propia Guardia Civil, en concreto a la Asociación Unificada de Guardias Civiles –la más numerosa–, que tildó el homenaje de acto reprochable, trasnochado y rancio, y advirtió que ensucia gravemente la imagen que la ciudadanía tiene de la Guardia Civil, precisamente ahora que el Centro de Investigaciones Sociológicas nos da una alta valoración y no por actos como el de este homenaje, sino por el desempeño diario de trabajadores de la Guardia Civil para combatir la pornografía infantil o el narcotráfico.