El objetivo, subrayar los 100 días de ayuno de los detenidos
Domingo 19 de mayo de 2013, p. 24
Washington, 18 de mayo.
El colectivo de activistas informáticos conocido como Anonymous confirmó hoy una campaña internacional de tres días en solidaridad con presos en huelga de hambre en la cárcel estadunidense de Guantánamo, Cuba.
Anonymous, el foro Code Pink y otros grupos de acción política en Estados Unidos y Gran Bretaña explicaron que la movilización es para marcar los 100 días de protestas de los reclusos, encerrados por Washington sin la opción de un juicio y debido proceso penal.
La campaña global intenta atraer la atención del mundo hacia las violaciones de derechos humanos cometidas por los delegados del Pentágono en ese centro de reclusión.
Sin esperanza de justicia y después de haber sido torturados durante años, más de 100 hombres iniciaron un ayuno, compromiso ético que cumple este 18 de mayo 100 días
, indicó Anonymous en un comunicado.
Las organizaciones piden que activistas de todo el mundo envíen cartas y correos electrónicos de protesta a la Casa Blanca, el Departamento de Defensa, la jefatura del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y al Congreso estadunidense.
Estados Unidos recortó gastos sociales y despidió a miles de trabajadores para mantener a flote su economía; sin embargo, tiene en Guantánamo una prisión que cuesta anualmente 903 mil 614 dólares por recluso, según analistas políticos.
La cárcel –considerada por expertos como la más cara del planeta– fue abierta durante la administración del entonces presidente republicano George W. Bush para encerrar a los sospechosos capturados en lo que denominó su guerra contra el terrorismo.
Su presupuesto está por encima del asignado a los penales estadunidenses de máxima seguridad, los cuales gastan al año alrededor de 70 mil dólares por interno, mientras los centros de menor rigor mantienen a los detenidos con un promedio de 35 mil dólares.
Según datos del Departamento de Defensa, el complejo carcelario de Guantánamo tiene una nómina de mil 300 soldados y personas que trabajan como intérpretes, cocineros, asesores culturales y siquiatras.