Hoy, el espectáculo ruso arranca temporada en el CCT
surge de una escuela, sino del cielo
Miércoles 22 de mayo de 2013, p. a11
Tratamos de convencer a los jóvenes que quieren ser payasos de que desistan, pero se reproducen como hongos
, expresó ayer, en conferencia de prensa, Natalia Tabaschmucka, representante de la compañía rusa que presenta el Slava’s Snowshow, que iniciará temporada hoy y hasta el 2 de junio en el teatro 2 del Centro Cultural Telmex.
Una vez dicho lo anterior, irrumpieron payasos ataviados con un overol de color verde que comenzaron a actuar como niños; aventaron confeti a la cara de los reporteros, vaciaron cubetas no llenas de agua, sino de papelitos recortados de color blanco. Para resguardarse de esa lluvia se protegieron con unos paraguas agujereados. Se sentaron sobre las ro-dillas de las comunicadoras y bailaron con algunas de ellas. Por unos minutos, el espíritu cándido del arte creado por Slava regresó a los adultos a su niñez.
Ser payaso es una forma de ser. En el caso de Slava, lo que sabe hacer no surge de una escuela, sino del cielo, de una parte de ahí. Es un don. Hay para quienes ser payaso no es cómodo, sino una vida algo difícil, y hay pocas escuelas para aprender la profesión
, agregó Tabaschmucka,
Este espectáculo ha sido presentado con éxito en 50 países. Desde su aparición en México, en 2006, ha cautivado por medio de la música y trucos básicos. Al fin rusos, hacen sentir una tormenta de nieve, una novedad para los mexicanos, acostumbrados a otros climas. En el mundo del clown prevalece la paz y mucho desorden infantil, con un reguero de objetos por doquier. Con sus payasadas hacen olvidar los problemas diarios.
Siempre con alegría
La compañía fundada en 1979 por Slava Polunin llegará también a Puebla, el 8 y 9 de junio, en el Centro Cultural Universitario; Guadalajara, del 13 al 17 de junio, en el Teatro Diana, y Monterrey, del 20 al 24 de junio, Auditorio Luis Elizondo.
Gary Cherniokovskii, director artístico, expresó que la primera actitud que debe asumir el público es la de estar alegre. Es decir, quitarse ese rictus de seriedad, de formalidad, que rodea la mayoría de las conductas.
“Por supuesto que traemos algunos cambios en el show. Todo cambia en la vida. Si no ofreciéramos algo novedoso no nos contrataría el empresario”, y volteó a ver al promotor Humberto Treviño, sentado dos sillas a su izquierda.
Yo no tengo pavor de decir palabras altisonantes, como director
, y frunció el seño. “Además, cada año se incorporan nuevos actores a la compañía. El arte es como el amor, y cambia. Esta es la palabra más importante dentro del show, y si se ama lo que se está haciendo, entonces saldrá bien.”
Agregó que en todas partes los seres humanos están rodeados de dramas, de tragedias. “Esto no se los voy a enumerar para que no se sientan mal. Además, si prendemos la televisión sólo veremos cosas por las cuales preocuparnos. Nosotros tenemos que salir a trabajar para mantener a nuestras esposas, a nuestra amantes o lo que sea.
La idea principal es que en la vida cotidiana nos falta felicidad. Esto dicho a su manera por payasos. Se trata de ver a las personas olvidándose de sus problemas diarios. En esta obra todos son felices. Vemos a los payasos que están bien, contentos. Si observamos eso, entonces el público también se sentirá bien.
Para Artem Zhimo, payaso amarillo (los otros son verdes), para ellos es mejor presentarse en su país, por el idioma, pero nos hemos dado cuenta de que aquí el público recibe de muy buena manera lo que hacemos; es algo incomparable. Los mexicanos sonríen, lloran.
Boletos en taquillas del inmueble, sistema Ticketmaster al 5325 9000, Mix Up, Discolandia, Liverpool, Gandhi.