Jueves 23 de mayo de 2013, p. 8
La Habana, 22 mayo.
Cuando murió Alfredo Guevara, el 19 de abril, muchos auguraron que el Festival de Cine de La Habana no se sobrepondría a la marcha de su fundador, pero un mes después su nuevo director, Iván Giroud, dijo que el certamen va a sobrevivir
, adaptado a los nuevos tiempos.
El festival puede y va a sobrevivir, primero porque es una necesidad para Cuba, para América también y creo que para el mundo
, dijo en entrevista el nuevo director, quien ya desempeñó esa función entre 1994 y 2010, bajo la presidencia de Guevara.
El 14 de mayo fue llamado a dirigir nuevamente el encuentro, pues trabajar muchos años con Guevara –el hombre de Fidel Castro en la cultura, fallecido a los 87 años de un infarto– le permitió adquirir experiencia y suficiente capital de relaciones y de consenso
para esa tarea.
No voy a hacerlo igual (que Guevara), porque nadie es igual a nadie. Voy a seguir las líneas matrices principales que él diseñó desde que se creó el festival
en 1979, dijo Giroud en su oficina en la Casa del Festival.
Retos
Indicó que trabajará para organizar el festival respetando la esencia, el sentido, pero acondicionándolo a las circunstancias específicas de que lo estamos haciendo
.
El reto es mantener, además de las cintas en competencia, una muestra de unas 400 películas de lo mejor del cine latinoamericano y mundial, con una asistencia masiva de público, medio millón de personas, en 10 días.
Aseguró que hay voluntad política
de las autoridades cubanas de mantener uno de los más importantes eventos de la cultura cubana y uno de los más antiguos festivales cinematográficos de América Latina.
En la edición 35 a realizarse en diciembre próximo se rendirá homenaje a Guevara, también fundador del Instituto Cubano de Cine.