Estocolmo, 23 de mayo.

El primer ministro sueco, el centroderechista Fredrik Reinfeldt, rechazó hoy que sus políticas hayan provocado el aumento de marginados desde que llegó al poder, en 2006, como asegura la oposición, tras la cuarta noche consecutiva de disturbios en esta capital protagonizados por cientos de jóvenes, en su mayoría inmigrantes.

La violencia comenzó el fin de semana en Husby –barrio de unos 12 mil habitantes, de los cuales 80 por ciento son inmigrantes, y donde el índice de desempleo es muy elevado– luego de que el 13 de mayo un policía mató a un inmigrante de 69 años que tenía problemas siquiátricos y que habría amenazado a los agentes con un machete.

Hasta 40 carros, una estación de policía y un restaurante fueron incendiados esta madrugada en el barrio de Skogas, mientras en Husby unas 300 personas incendiaron autos y negocios, además de enfrentar con piedras a los policías.

Los bomberos, que lucharon contra unos 80 incendios en el área metropolitana, incluidas dos docenas de vehículos, también fueron atacado por los jóvenes, informó la policía.

La petición del partido Demócrata de Suecia –que se opone a la inmigración– para imponer un toque de queda en respuesta a la violencia, ha polarizado a la población.