Guadalajara, Jal., 23 de mayo.

El empresario Alejandro Sánchez Garza se declaró culpable de lavado de dinero ante una corte federal de Estados Unidos, reportó el diario San Antonio Express News.

Sánchez Garza, de 43 años, era propietario del restaurante bar Barbaresco, en la colonia Providencia, una de las más exclusivas de Guadalajara. Junto con su hermano Mauricio, era también dueño del restaurante Enoteca, en San Antonio, Texas. Ambos lavaban dinero de cárteles de la costa oeste de México, invirtiendo en restaurantes, guiones de cine, así como negocios de bienes raíces.

Alejandro y Mauricio Sánchez son hijos de José de Jesús Sánchez Barba, quien lavaba dinero para Rafael Caro Quintero, y a quien las autoridades de Estados Unidos señalan como propietario de una casa de Guadalajara donde el agente de la DEA (siglas en inglés de la agencia antidrogas estadunidense) Enrique Camarena Salazar fue torturado y asesinado en 1985.

El San Antonio Express News detalló que las autoridades estadunidenses incautaron 1.7 millones de dólares en cuentas bancarias pertenecientes a los Sánchez Garza, e indicó que el gobierno del país vecino comenzó a atacar las operaciones financieras de los hermanos desde 2007. Fiscales estadunidenses presentaron cargos contra ellos entre 2010 y 2011.

El diario informó que Mauricio Sánchez se encuentra prófugo y se cree que está en México.