Fue un visionario que sacó a la izquierda del dogmatismo y la marginación: Encinas
Sábado 25 de mayo de 2013, p. 6
Políticos que militaron en el Partido Comunista Mexicano (PCM) y destacados intelectuales hablaron con La Jornada sobre las contribuciones de Arnoldo Martínez Verdugo a la vida política del país. Lo definieron como el sabio del comunismo
, gran hombre, gran amigo y gran camarada
.
A continuación, extractos de las entrevistas.
Hacen falta figuras como él
Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial.
Hay aportaciones fundamentales de Arnoldo, desde mi punto de vista; primero optar, en momentos no tan propicios, por la vía electoral. Yo comparto ese punto de vista, pero él es un precursor de esta convicción de buscar transformar a México por la vía pacífica y electoral.
Lo segundo tiene que ver con su integridad. Cómo vivió y cómo muere. Él fue consecuente y es un ejemplo de honestidad. Esto es importante, porque en la izquierda hay también simulación y no se puede ser de izquierda si no se es honesto.
Hacen falta figuras como él en estos momentos que vive el país, desde luego, pero son hombres que no mueren del todo, dejan su legado.
Lamento la muerte de Arnoldo, un político consecuente, ejemplo de honestidad. Estoy en San Luis Potosí, por eso no voy a poder asistir a los funerales. Un abrazo a sus familiares y amigos.
Magnífico ejemplar de ser humano
Rosario Ibarra de Piedra, ex legisladora
Arnoldo fue una magnífica persona, muy solidario con la lucha mía, la de la libertad de los presos políticos; siempre estuvo al tanto de lo que nosotros hacíamos y apoyaba nuestros actos.
Él fue un magnífico ejemplar de ser humano, así, con esas palabras, una magnífica persona, un buen compañero que estaba de acuerdo en la lucha por la justicia, en contra de la ilegalidad de los actos del gobierno. Siempre apoyó nuestras luchas por los desaparecidos. Su organización siempre tuvo fines honrados; él siempre participó en organizaciones de ese carácter. La izquierda siempre ha sido una fuerza política honrada de este país y él pertenecía a esa parte. Siento mucho que se haya ido.
Buscó un camino propio para México
Elvira Concheiro, socióloga
Arnoldo representa algo diferente de esa gran corriente comunista; algo que no fue común, habitual: un hombre con una gran capacidad crítica y reflexiva; una gran búsqueda de un camino propio para México, lo cual no era usual en las filas de comunistas de aquellos años.
Ese era el Arnoldo que yo recuerdo, que valoro enormemente porque como dirigente del Partido Comunista nos enseñó una búsqueda crítica y al mismo tiempo una búsqueda unitaria; ése fue uno de los grandes aportes de él: buscar superar esa división ideológica, incluso exportada por maoístas, trotskistas, estalinistas, en fin, tantos istas
. Arnoldo nos enseñó a verlo en función de un interés del país, una difusión política en torno a temas de México y no de divisiones históricas e ideológicas de otros lados y de otros tiempos.
Hizo un trabajo de filigrana para que se lograra la unidad de la izquierda; no fue un proceso fácil, porque todos arrastraban una serie de perjuicios ¡Arnoldo tuvo una paciencia! Y nos decía: hay que irlo construyendo poco a poquito
.
Después de lo que ocurrió en 68, y de lo que había pasado en la izquierda en general, entendió que la suerte era la misma para las distintas corrientes y personajes.
Luego tomó las cosas con mucha sencillez y no pensaba en liderazgos para siempre; entonces, con esa sencillez se puso a trabajar en la memoria de las izquierdas; ése fue uno de sus últimos proyectos, el Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, el Cemos, el cual quiso muchísimo, lo hizo con mucho cariño, con la convicción de que podían pasar muchas cosas pero la memoria siempre sería un instrumento, un arma fundamental en nuestro país.
Ahí, en el Cemos, está su trabajo y el de muchos otros comunistas mexicanos. Todavía hace poco estuvo ahí con una gran ilusión por el trabajo que estamos haciendo para preservar la memoria histórica.
Sagacidad, inteligencia, convicción y honestidad
Porfirio Muñoz Ledo, ex secretario de Estado y diplomático
Arnoldo fue el sabio del comunismo mexicano, un hombre de consistencia, de sabiduría política y de gran pasión por México; compañero en la fundación del PRD con una trayectoria de gran limpieza.
Él puede ser definido en cuatro palabras: sagacidad, inteligencia, convicción y honestidad.
Entendía como nadie la política, fue un dirigente excepcional.
Era un hombre de gran convicción pero al mismo tiempo de gran capacidad de negociación y de reflexión.
Compartimos muchas horas juntos. Creo que la creación del PRD se debe mucho a cómo supo insertar él al Partido Mexicano Socialista, del cual era el líder más importante, con la inteligencia del movimiento social.
Un hombre que, estando proscrito su partido, fuera de la ley electoral, supo mantener una relación con los actores políticos, lo que permitió la sobrevivencia, de lo que tiempo después permitió la creación del partido de izquierda más importante que ha habido en este país.
¿Que cómo lo recuerdo en el ámbito personal? Como un ser muy cordial; tenía una risa contagiosa y un brillo en la mirada. Lo extrañaremos muchísimo.
Sacó a la izquierda del dogmatismo
Alejandro Encinas, senador y militante comunista
Es una gran pérdida para la izquierda y para la vida política del país. Fue un gran hombre, un visionario que sacó a la izquierda del dogmatismo y la marginación. Rompió el estalinismo que imperaba, con el centro político que era en aquel entonces la Unión Soviética e impulsó un proyecto con visión nacionalista, fincada en los valores de nuestra historia y nuestra cultura.
Promotor de la unidad de las izquierdas, cuando se forma la coalición de izquierda, y logra el registro del Partido Comunista Mexicano.
Luego fue el principal promotor para disolver el Partido Comunista e iniciar un proceso de unificación que dio origen al PSUM, con unas organizaciones, como el Partido del Pueblo Mexicano, el Movimiento de Acción Popular, la Unidad de Izquierda Comunista.
Luego viene el rencuentro con Heberto Castillo y la fusión del PSUM con el PMT y otras organizaciones para formar el PMC, y después él fue la pieza clave para que Heberto declinara en favor de Cuauhtémoc (Cárdenas Solórzano), la izquierda se sumara al Frente Democrático Nacional y fuéramos en la campaña de 1988.
Y más adelante, cuando (Carlos) Salinas de Gortari le niega su registro al PRD, él es uno de los principales promotores para ceder el registro del PMS al PRD para que tuviera su reconocimiento legal.
Creo que la gran virtud de Arnoldo es que rompió con la vieja visión dogmática, estalinista, sectaria de la izquierda y logró, no obstante, que se unificara la izquierda, si no que además se convirtiera en una fuerza nacional.
Fue el primer candidato a la Presidencia de la República de la izquierda, con registro, en 1982, cuando se hizo la primera campaña con alcance nacional. Ya había habido otros candidatos: Ramón Danzós Palomino en 1964 con el Frente Electoral del Pueblo; la muy importante campaña de Valentín Campa en 1976, pero la primera campaña donde se cubrió todo el territorio nacional con una propuesta programática distinta, alternativa al PRI-gobierno la encabezó Martínez Verdugo.
Además, una de sus grandes virtudes fue el trabajo parlamentario: fue el coordinador, primero, de la bancada de la coalición de izquierda en 1979, luego de la bancada del PSUM en 1985-88 y ayudó mucho a que la izquierda definiera agendas legislativas muy bien elaboradas, como proyectos alternativos a los que representaban en aquel entonces PRI y PAN.
Como político, como legislador, como candidato, sin lugar a dudas, es un hombre que le va a hacer mucha falta a la izquierda.
Hay muchas anécdotas. Por ejemplo en 1968, cuando llega la policía a detener a todos los dirigentes del Partido Comunista; cuando le piden que se identifique dice soy el secretario del partido
, la policía lo deja ir porque pensaron que era un secretario, no que era el secretario general del Partido Comunista.
O la otra triste, que es el secuestro de que fue objeto por el Partido de los Pobres, en un litigio en que indudablemente es parte de la historia que todavía no se conoce con detenimiento, de cuál fue la verdadera relación entre el Partido Comunista y el Partido de los Pobres en la guerrilla de Lucio Cabañas.