La innovación no destaca en las políticas públicas
, señala
disuelve en el aire, asegura Narro
Martes 28 de mayo de 2013, p. 7
Al hablar en la ceremonia en que el presidente Enrique Peña Nieto instaló el Comité Nacional de Productividad, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, cuestionó: ¿Cómo tener mejores capacidades productivas y competitivas, cuando en materia educativa estamos lejos de vencer atrasos seculares? Los más de 30 millones de afectados por esta condición, dentro de ellos los 5 millones y medio de analfabetos y los casi 8 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, la mayoría mujeres, así lo constatan
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Luego de escuchar los discursos de otros integrantes del comité, sobre las bondades que tendrá para el país incrementar la productividad, Narro Robles aseveró que en la actualidad es complicado incrementar los niveles si no se mejora sustancialmente
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Sin ciencia y tecnología propias, sin educación superior de calidad para la mayoría de nuestros jóvenes, y sin esfuerzos exitosos para impulsar la inventiva y la creatividad, México no tendrá una economía realmente competitiva
, aseveró.
Ante líderes sindicales y patronales y representantes de instituciones de educación superior, el rector de la UNAM aseveró que si ocupamos un lugar mediano entre las naciones en la materia, se debe, entre otras razones, a que no hemos puesto, como país, suficiente atención a la educación de la población, a que no hemos ampliado con suficiencia las capacidades científicas y tecnológicas, y a que la innovación no ha ocupado, hasta ahora, un papel destacado en las políticas públicas
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Señaló que si bien la educación no es el viaje al progreso, es sólo el pasaje requerido para hacer la travesía y llegar a ese destino, también lo es que, sin ella, el porvenir se disuelve en el aire
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En el acto, que se llevó a cabo en Los Pinos, Narro lanzó una pregunta de aire retórico: que cómo se podía avanzar sustancialmente como país, cuando nuestra inversión pública en ciencia no alcanza medio punto del producto interno bruto, en tanto que el promedio de América Latina es de casi 0.7 por ciento
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