La institución se ha convertido en confederación de tribus, lamenta
Domingo 2 de junio de 2013, p. 6
El conflicto interno del PAN se originó en una deficiente conducción de la institucción, que ha llevado a una grave incomunicación entre diversos actores políticos, y en el exacerbamiento del grupismo, consideró el ex dirigente Luis Felipe Bravo Mena, quien dijo que su partido se ha convertido en una confederación de tribus
.
Todo lo que se le criticaba al PRD se adoptó en el PAN, de manera que se empezó a parecer a esa fuerza política, explicó al reflexionar sobre la confrontación que se registra entre calderonistas y maderistas.
En entrevista, explicó que la incomunicación rompió la línea de autoridad entre el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y los coordinadores legislativos, que siempre se había respetado y, obviamente, resolver esto tardará.
Dijo que a corto plazo se pueden tomar medidas para aminorar la tensión, y de hecho, algunas ya se han puesto en marcha, como la de restablecer el mando.
Gustavo Madero, como dirigente del partido, tenía la obligación de restaurar la línea de autoridad y lo hizo al designar a un nuevo coordinador de los senadores; ahora, si acertó o no en su decisión, eso se verá en las próximas semanas, añadió.
Bravo Mena criticó la actuación de Ernesto Cordero, ex líder de la bancada en el Senado, al señalar que “si un militante está en desacuerdo con las decisiones del presidente del PAN, hay espacios donde eso se puede discutir, pero no se debe simplemente decir, ‘como no estoy de acuerdo, yo hago lo que quiero’. Eso no puede ser en ninguna institución ni en ningún partido político”, enfatizó.
Dirigente del blanquiazul cuando ganó la Presidencia de la República en 2000, el ex candidato a la gubernatura del estado de México también cuestionó a Madero por deficiencias en la conducción partidista. Consideró que el chihuahuense tiene que hacer una reingeniería sobre cómo conduce el trabajo en el CEN, para que se pueda discutir ampliamente en esa instancia y la línea política que se adopte quede debidamente consensuada.
Estimó que el comité no se está dando el tiempo suficiente para analizar temas torales; por eso queda la sensación de que las decisiones se toman solamente por un grupo pequeño.
El ex senador aclaró que la dirección del PAN no la define el jefe nacional en turno a su capricho, sino el comité en su totalidad y los coordinadores parlamentarios deben ejecutarla en el Congreso.
Señaló que la incomunicación entre los liderazgos del blanquiazul también derivó del exacerbamiento del grupismo y de que diversas corrientes perdieron de vista que se deben a una institución y empezaron a operar con una lógica de tribu.
De hecho, subrayó, Acción Nacional se ha convertido en una confederación de tribus políticas, donde cada fracción, respaldada en grupos de poder o en la fuerza que anteriomente daba la nómina, lucha por espacios sin tener en cuenta la vida institucional.
–¿Derivaron en otro PRD? –se le preguntó.
–Nos empezamos a parecer bastante. Todo lo que criticábamos del PRD lo empezamos a hacer. Entonces necesitamos restaurar la vida institucional, con base en principios, valores y el programa político del partido.
En el reciente enfrentamiento Madero-Cordero no hubo altura de miras en ninguna de las partes; Madero evitó abrirse a una solución que viera más hacia la institución y no a su grupo, concluyó.