Sin un lugar para los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Rusia –a menos que logre un registro menor a 1:20 horas–, Éder Sánchez debe tener la suficiente paciencia para terminar de recuperarse de la cirugía a que fue sometido en la pierna izquierda en diciembre anterior, porque lo más importante a futuro es llegar en las mejores condiciones a los Juegos Olímpicos de Río 2016, estimó Antonio Lozano, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA).

Se congratuló de que en lo que va del año, el marchista de los 20 kilómetros haya logrado algunos progresos, como haber recortado el tiempo del nacional de Boca del Río, de 1:33.59 horas a 1:27, que hizo en la Universiada Nacional de abril pasado, pero algo no termina de quedar como estaba antes, ya que en la Copa Panamericana de Guatemala fue descalificado.

De poco le sirve a un deportista que haya estado en la batalla por los primeros lugares en una competencia, si al final, en los últimos kilómetros, es sacado de la prueba, porque eso lo único que muestra es que no está trabajando como antes, en el caso particular de lo que le ocurrió al marchista mexiquense en mayo pasado en el vecino país del sur.

Aunque el proceso selectivo para integrar la delegación de andarines a los mundiales de Rusia (10-18 de agosto) ya se cerró con el certamen continental de Guatemala, acuerdo al que llegaron los entrenadores de la disciplina, donde lograron su boleto ocho mexicanos (dos en 20 kilómetros, tres en 50 y tres mujeres en los 20 kilómetros), “en caso de que alcanzara una marca de 1:20 horas, sería absurdo decir que como ya se cerró el proceso de selección, estaría fuera.

Claro que lo integraríamos (a la delegación), a Éder, a quien dé ese registro, comentó Lozano Pineda, quien está a la espera de la visita el andarín, luego de que fue sometido a una evaluación deportiva en el Centro Paralímpico Nacional, de la que seguro saldrá bien, pero nunca será lo mismo esa evaluación a estar en una competencia.

El federativo consideró que “lejos de estarlo perjudicando, como podría pensarse, en realidad lo que estamos haciendo es cuidarlo. Sabe bien Éder que es nuestra carta más fuerte en la caminata de 20 kilómetros, por eso debemos cuidarlo y es preferible que ahora se recupere de la cirugía, que arriesgarlo a un trabajo muy fuerte y exigente de Rusia.

Ya demostró en las competencias en las que ha participado que aún no está listo para escalar a las máximas alturas en las que está acostumbrado a moverse.